(500) días con Summer

Lo que vais a ver es una ficción. Cualquier parecido con personas vivas o muertas es pura coincidencia.

Especialmente para ti, Jenny Beckman.
Zorra.
Si una película comienza con semejante mensaje sobre fondo negro, desde luego, me predispone bastante bien.
Por regla general, el cine romántico es un género que no me emociona demasiado. Se me hacen demasiado similares todas esas películas. Y sin embargo, de vez en cuando aparecen joyas como esta 500 días con Summer, cuyo guión, de una sencillez pasmosa pero completamente eficaz, hace que disfrutes de principio a fin con lo que te cuenta. Lo mismo me ocurrió con aquella maravilla llamada Definitivamente Quizás.

500 días con Summer no es una película de amor aunque hable de amor. Es la historia de un chico que se enamora a primera vista, que cree en el destino, en la media naranja y, sí, en el amor. Y también la historia de ella, que no cree en absolutamente nada de eso y se niega a ponerle nombre a la relación.
Es una historia en la que la frase «Lo que más te gustó de mi es lo que quieres cambiar» cobra una nueva dimensión, absolutamente real.
Impagable el momento del parque, con un Joseph Gordon-Levitt que parece haber nacido para este papel.
Poco más se puede decir de esta joya sin desvelar demasiado, así que me detengo aquí con la recomendación de que os hagáis con ella y disfrutéis de hora y media de sencillez.

Community

Si tuviera que definir Community con una sola palabra sería «surrealista». No hay capítulo que acabe y no me haga decir «se les va la pinza muchísimo». La mayoría los veo con la boca abierta de pasmo y entre carcajadas. Porque otra cosa no, pero graciosa, es un rato.
De buenas a primeras parece una sitcom facilita, de veinte minutos por capítulo y con personajes extremos que desarrollan personalidades tan fuertes que permiten que las tramas se desarrollen sin problemas… pero Community no está rodada con el sistema clásico de una sitcom, y eso le da bastante más vida. Además, se permiten el lujo de hacer completas y absolutas locuras de vez en cuando. El capítulo del paintball fue una demostración de eso, pero no ha sido la única.
Lo mejor de esta serie, por supuesto, son los personajes. Porque no hay ninguno que sobre, y hasta los secundarios son cojonudos. Evidentemente el mejor puesto se lo lleva, de lejos, Chevy Chase, que interpreta a Pierce, un hombre que no acepta la edad que tiene, se cree joven, y todas las bromas que hace son racistas o sobre penes. Pero siguiendole de cerca, y robando el protagonismo en muchos de los capítulos al que en teoría es frontman de la serie, Jeff, está Abed, el árabe incapaz de expresar sus sentimientos a menos que sea a través de comparaciones con películas y series.
Abed dota a Community de una atmósfera freak, de cultura pop, y llena los diálogos y situaciones de referencias a películas y series que todos conocemos (por ejemplo, siempre que habla de Jeff y Brita les compara con Ross y Rachel), y eso es así, hasta tal punto, que los guionistas han optado por tomar ese rumbo por bandera y ya ni siquiera excusan en Abed las referencias audiovisuales, hasta tal punto que el leit motiv de numerosos capítulos se basa en algo… por ejemplo, hicieron un capítulo sobre conspiraciones, otro sobre el espacio (con referencias a Armageddon, Apollo 13, etc), sobre el mar, sobre los superhéroes, incluso sobre zombies, etc… todo ello enlazándolo de las formas más surrealistas posibles a la vida regular de un colegio comunitario americano.
Yo desde luego, hoy por hoy, no me rio tanto con ninguna otra serie. Intentad verla porque os gustará. Seguro.

I spit on your grave

Una bonita pelicula para ver en familia y disfrutar de la depravación del ser humano…
En serio, los primeros cuarenta minutos de esta pelicula son incomodos de ver, incluso duros, porque aunque sepas que estas viendo ficción, sabes que no esta tan alejada de la realidad, y el tono realista de la cinta apoya aun mas esa sensación. No es lo mismo ver chorros de sangre saliendo de un brazo cercenado en kill Bill que mirar como violan a la protagonista de esta cinta…
Pasado ese punto, la cinta se convierte en un slasher al uso, girando las tornas y convirtiendo víctima en verdugo y verdugos en víctimas. Es el momento en que la exageración hace aparición, donde los guionistas se estrujan el cerebro para buscar venganzas originales y visuales, y a poder ser desagradables, con las que, aun asi, aplaudes y celebras.
La peli esta bien rodada, muy sobria y alejada del hiperactivismo actual del cine americano, pero desde luego, no es un film para todos los gustos…
Sé que se basa en una película antigua que siguió la onda creada por Wes Craven para La última casa a la izquierda y que, como en aquella ocasión, se estrena después del remake de aquella el año pasado. La verdad es que no he visto la versión antigua, así que no comparo.

The green hornet

Bueeeeno…
Primer problema: La vi doblada al castellano. Y sí, siguen insistiendo en doblar a los personajes con acento con absurdos acentos. El chino habla diciendo «tengo el calgadol loto» y el ruso «Tengo el carrrrgadorrrr rrrrotorrrrr».
Por dios… Si ya peco de ver una película doblada, al menos no me tortures. Que sí, que en original hay acentos, me lo imagino, es lo que tiene ver una peli en original, que disfrutas de la forma de hablar de los actores… pero así… por dios, es horrible. Y ya de paso, lo comento, el tipo que dobla al protagonista merece ser ahogado en mierda. Que horror, señor.

Segundo problema: En la taquilla me dijeron «en 3D» cuando yo esperaba ver una peli en 2D. De por si, esto no es un problema, pero hay pelis que en 3D no dicen nada, y esta era una de ellas. Se nota que estaba hecha para ser en 2D porque apenas hay dos o tres cositas aprovechables en ese sentido. Absurdo.

Y ahora, la peli.
Sí, Michael Gondry ejerce como director y lo hace bien. Ni más ni menos. No es majestuoso pero tampoco malo. Correcto y punto.
Los personajes… El protagonista está perfecto es su papel de niño malcriado e imbecil. Le odias durante gran parte de la película, pero no puedes dejar de apoyarle porque él es el héroe. Aunque, lo cierto es que Kato le roba toda la atencion. No sólo porque Kato es el verdadero superhéroe sino porque es probablemente lo mejor de la película. Cameron Díaz está ahí como adorno, haciendo lo mismo de siempre y poco más. Y Christoph Waltz hace el mismo papel de Malditos Bastardos pero sin uniforme de las SS. Y la verdad… lo sigue bordando. Me arrancó las dos o tres carcajadas que solté durante la película.
La trama… pues resultona pero poco más. Había cosas que no me quedaban muy claras (todo ese tema de «hacer el bien pero también hacer el mal» creo que no lo entendi mucho) pero bueno, te dejas llevar por la acción y funciona.
Entretenida es, no lo negaré, pero vamos, dentro de unos meses miraré atrás y diré… ¿esa peli me gustó? y no sabré responder.

Libros leídos 2011 (2): Oscura

Libros Leídos en 2011:

1) El Talismán, de Stephen King y Peter Straub
2) Oscura, de Guillermo del Toro y Chuck Hogan

Oscura es la continuación de Nocturna, la aclamada novela de vampiros de Guillermo del Toro y el tipo que supongo que los escribe de verdad mientras Del Toro está sentado en su mansión a la orilla de la piscina.
La primera novela, Nocturna, era regulera, pero estaba escrita con un ritmo muy cinematográfico y presentaba algunos personajes interesantes y situaciones tensas, con lo que se dejaba leer con facilidad. El problema principal de la saga es que los vampiros no eran normales, sino que parecían sacados de un videojuego, con un aguijón que les sale de la boca para drenar los cuerpos de sus víctimas de una manera un tanto absurda.
Obviamente eso ya no tiene remedio así que en la segunda parte es igual. Y Oscura comienza allí donde acabó Nocturna. Mismos personajes, el mundo sumido en un caos ligeramente mayor, mismo villano de la función. Y sinceramente, el mayor problema de Oscura es exáctamente ese. Empiezas a leerte el libro y sabes perfectamente que cualquier situación de tensión será esquivada por los pelos por nuestro grupo de héroes, sabes que quien es susceptible de morir sólo lo hará, en el caso de hacerlo, en la franja final de la historia de alguna manera heroíca.
¿Qué hay con eso? Fácil: En ningún momento, mientras me leía Oscura, sentí el peligro rondando de verdad a los personajes.
Si le añadimos el hecho de que todos sabemos que se trata de una trilogía, y por tanto, habrá tercera parte, podemos poner la mano en el fuego porque el villano no será derrotado.
Las situaciones de tensión no son tan interesantes como en la primera parte, lo cual, además, hace que la novela flaquee aún más. Los personajes, que en Nocturna fueron interesantes, no consiguen todos seguir siéndolo. Eph y Nora aburren aquí. Setrakian mantiene el nivel. Fet y Gus, que eran los mejores personajes de Nocturna, siguen siendo aquí los más interesantes. Y a ellos se les añade Ángel, un luchador mexicano que, en sus pocas apariciones, roba completamente la atención.
Pero es que, además, añadiré una cosa más, lo que más absurdo me ha resultado de todo. Porque en Nocturna, comprendía que el mundo siguiera haciendo vida normal porque la plaga vampírica apenas había empezado a esparcirse. Pero en Oscura se vuelve todo un sinsentido que ralla el absurdo en numerosos momentos. La ciudad es atacada noche tras noche, los disturbios crecen de forma exponencial, las desapariciones se cuentan por miles, hay ataques incluso a la luz del día, con incendios, explosiones, tiroteos, la policía y el ejército brilla por su ausencia… pero en medio de esa Nueva York arrasada, hay una subasta para millonarios excéntricos que se mantiene. Iba leyendo esa parte y decía: «¿En serio? ¿Me estáis tomando el pelo?». Absurdo, de verdad.
En fin, que bastante peor que la primera.

Los jueces de la noche

Hace mucho tiempo, en una madrugada después de llegar de fiesta, con diecisiete o dieciocho años, puse Telecinco y pillé una película empezada. No sabía de qué iba, pero me enganchó. Años después supe que aquella película se titulaba Los jueces de la noche, de Stephen Hopkins (uno de los directores de 24, por cierto…). El título mola mucho más en inglés, Judgement night, porque le da un tinte fatídico que después cuadra bastante bien con la trama.
Intenté conseguirla en diversas tiendas, pero todas la señalaban como descatalogada, así que al final, recurrí al gran videoclub de internet.
Lo siento, señorita Sinde.
El caso es que la he vuelto a ver. Se trata de una cinta correcta, pero no demasiado buena. Cosa que da igual, porque se trata de una de esas películas ochentero-noventeras con una trama capaz de absorberte y pegarte a la televisión. No importa que sepas que algunos diálogos son terribles, que incluso algunas (bastantes) de las acciones de los protagonistas no tengan mucho sentido, no importa en absoluto porque es una película abductora.
Protagonizada por Emilio Estevez, Cuba Gooding Jr (en el primer papel que le recuerdo), Jeremy Piven (magnífico actor infravalorado) y un jovencísimo, pero jovencísimo, Stephen Dorff, es la historia de cuatro amigos que se dirigen a un combate de boxeo pero se pierden por el camino, cruzándose en un barrio de mala muerte con cuatro mafiosos de medio pelo dispuestos a matarles por haber sido testigos de uno de sus crímenes. Y ya está, porque en aquellos tiempos parecía que no hacía mucho más para mover una película. Cuatro tíos huyendo de otros cuatro en lo que parece una noche interminable por un barrio en el que nunca aparece la policía y la gente dispuesta a ayudar brilla por su ausencia.
No es gran cosa, como digo, pero te mantiene pegado al asiento, y tiene algo que la hace interesante. Para mi, es una de esas películas que descubrí por sorpresa y acabaron formando parte de mi imaginario adolescente. Telecinco de madrugada me dio buenos recuerdos en aquella época. Descubrí esta una noche, descubrí El tiempo de los intrusos otra noche (otra película que recuerdo como super interesante y que me gustaría volver a ver), pero sobre todo le debo a Telecinco que me descubriera en aquellas noches de cine por sorpresa una joya de culto como es The warriors. Y cito solo las tres que más recuerdo, pero fueron más. Tres películas que, sin ser grandes obras del cine, son recordadas con interés por muchos.

Justified

Impresionante serie emitida por el canal FX, el mismo de The shield y Sons of anarchy. Justified se erige en la programación americana como un western actual y sale realmente victoriosa con su primera, y muy potente, temporada.
Siguiendo el mismo esquema que muchas de las series de canales de pago, como las ya citadas The shield, Sons of anarchy o Dexter, Justified comienza su andadura de forma que parece ser una serie capitular, con casos que empiezan y finalizan en el mismo capítulo, pero apenas cuando lleva cinco, te das cuenta de que por detrás existe una trama que va cogiendo carrerilla y que ocupa el cien por cien de la serie en su recta final.
Es un western, como ya he dicho, pero además, es un western con todas las de la ley. No sólo porque el protagonista lleve un sombrero de cowboy y se mueva como Clint Eastwood (por cierto, Timothy Oliphant está IMPRESIONANTE), sino porque deliberadamente buscan ese tono del salvaje Oeste. La primera secuencia de la serie es toda una declaración de intenciones. Un duelo al sol en lo alto de una azotea en Miami. Impresionante secuencia. Creo que es imposible ver esa secuencia y después dejar Justified a un lado.
Pero no acaba ahí la cosa. A lo largo de la temporada tendremos todos los elementos característicos de los westerns. Duelos de pistola, tiroteos con escopetas, damiselas en peligro, e incluso un asedio a una cabaña en un acojonante último capítulo.
Detrás del proyecto tenemos a un Elmore Leonard que sienta las bases de la novela negra y crea una trama que sorprende en más de una ocasión ante giros bien planteados y que no desubican ni alarman porque resultan coherentes. Pero sobre todo, ha construído una historia en torno a unos personajes fantásticamente creados.
Para empezar, el marshall Rayland, genialmente interpretado por Oliphant, un hombre de gatillo fácil capaz de desenfundar más rapido que Lucky Luck, de caracter pausado y andares de tipo duro. Rayland es destinado a Kentucky tras el tiroteo inicial como medida de castigo, y allí se reencontrará con la gente que pobló su infancia. Desde su ex-mujer, que le abandonó para irse con un agente de bienes raices, hasta la chica que estuvo enamorada de él durante su juventud, pasando por su padre, al que detesta por haber estado siempre envuelto en asuntos turbios y que dará más de un quebradero de cabeza… y después, el clan de los Bowder…
Boyd Bowder es probablemente uno de los mejores personajes de la serie, junto al marshall Rayland. Es un personaje histrionico que sufre una transformación tan brutal a lo largo de los trece capítulos, que la mayoría del tiempo te la pasas preguntándote qué parte es real y qué parte es falsa.
Recomiendo encarecidamente esta serie. No sólo tiene una calidad técnica altísima, sino que también tiene una trama muy interesante. Y aunque sólo sea para disfrutar de la actuación de Timothy Oliphant ya valdría la pena.

Piranha 3D

Hoy he visto Piranha 3D en asombroso 2D. Ya que en España parece que no la van a distribuir, qué remedio.
Vaya por delante que es obvio que esta película no engaña a nadie. Es absolutamente imposible que una persona cuerda pretenda ver en Piranha 3D un guión intelectual, una realización de Oscar y una trama digna de Shakespeare. Obvio que no. Pero al otro lado del charco saben que a veces ni siquiera los que amamos el cine pretendemos ver eso, sino disfrutar y entretenernos con historias delirantes.
Oh, Piranha 3D es delirante, os lo aseguro.
No podía perdermela. Desde que supe que empezaba el rodaje tenía ganas de verla. Amo, con mayúsculas, las películas sobre bichos que se comen a las personas. Ese bicho se puede llamar tiburón, cocodrilo, alien o piraña que me da exáctamente igual. Me tiene ganado de antemano.
¿Que encima la dirige Alexandre Aja, alias el tipo detrás del mayor plagio indocumentado de la historia del cine (¿se habrá dado cuenta ya Dean Koontz? Nota al pie para el que no lo sepa: Alta tensión es un plagio de una novela de Koontz llamada Intensidad. Y digo plagio porque no se menciona su verdadera autoría en ningún sitio), pero también un director de buen pulso para las historias que deben salirse de madre en algún momento del metraje, como la citada Alta tensión o Las colinas tienen ojos?
Normalmente las películas de bicho-que-se-come-humanos suelen ser tirando a malas, en gran parte porque se llenan de actores desconocidos y abofeteables. Al ver el cartel de Piranha 3D, uno podría preguntarse: ¿Qué demonios hacen aquí Elisabeth Shue, Jerry O’Conell, Ving Rhames, Christopher Lloyd y Richard Dreyfus?
Desde luego, no parece el tipo de casting que se encuentra uno en este tipo de filmes. Cuando llevas un rato viéndola te das cuenta de lo que pasa: Están todos ahí metidos para pasárselo bien y descojonarse un rato.
La peli es entretenida. No un poquito, sino un mucho. Está bastante mejor de lo que uno puede esperarse de una cosa así. Sobre todo porque va al grano desde el principio y no se anda con chiquitas. Ambientada en una Springbreak, la carnaza la pone una multitud de adolescentes y adolescentas (que triplican en número a los hombres) ebrios de alcohol y desfase, cuerpos musculados, bikinis pequeños e inexistentes, tetas de todas formas y tamaños…
No sólo de carne vive el hombre, así que cuando las pirañas hacen aparición, que como digo, es realmente pronto, la sangre corre como si la regalaran dos por uno en el carrefour. Uno podría mancharse de sangre viendo esta película. La verdadera orgía de muerte sucede cuando las pirañas alcanzan el lugar donde se concentra la fiesta, y con ella, los cuerpos.
Por el medio tenemos la trama de Elisabeth Shue, ejerciendo de motor de la historia, como la sheriff del pueblo donde ocurre toda la acción, una trama que sirve para moverte por diversas localizaciones y darle un poco de empaque a la historia, y así permitir que los actores tengan ocasión de decir sus grandes frases sacadas del bolsillo pero que explican absolutamente todo, tipo «estas pirañas tienen 200 millones de años y han sobrevivido en un lago subterraneo todo este tiempo peleándose entre sí para sobrevivir. Tienen cicatrices en sus escamas«. Toma ya, y se queda tan ancho. Pero claro, te lo dice un desconocido y te entra la risa. Aquí te lo está diciendo el mismísimo Doc Brown, y si este hombre fue capaz de inventar un DeLorean que viajaba en el tiempo y me dice que las pirañas se peleaban entre sí, yo me lo creo.
También tenemos la trama de Jerry O’Connell haciendo de desfasado productor de porno (maravilloso en el papel. La secuencia de su «pene» es probablemente lo mejor de la película) que tiene a su cuidado a Kelly Brook (sí, sale en la película, amantes de esta mujer de generosa, gracias a la genética y también a la ciencia, anatomía) y a una rubia igual de redondeada. Básicamente esta trama consiste en mostrarnos carnaza (el baile bajo el agua las dos completamente en pelotas creo que es la secuencia más deliciosamente delirante que he visto en muuuuucho tiempo. En 3D tiene que ser bastante… interesante) y en meter en problemas al hijo de la sheriff.
Por ahí también sale Eli Roth haciendo de otro tipo desfasado y con una muerte brutal. De las que le gustan a él, vamos. Lo de Richard Dreyfuss no llega a cameo. Aparece antes de los créditos en una secuencia absurda, no dice una palabra, y muere de forma atroz, pero consigue que su nombre aparezca como guest star. Desde luego, es toda una declaración de intenciones que en la primera secuencia de la película se coman vivo al tipo que cazó al primer Tiburón.
Una película para ver con un cubo de palomitas y, si se puede, entre amigos. Porque te vas a reír, sí, pero es que encima cuando acaba (y encima pasa en un suspiro) te das cuenta de que te ha entretenido y todo.
Mención aparte para los efectos especiales, chusqueros como hace tiempo que no veía efectos especiales chusqueros. No la he visto en 3D así que no sé si impresiona, pero desde luego, en 2D los efectos cantaban por bulerías. Lo mejor de todo es que… no importa una mierda porque lo único que quieres es que las pirañas sigan comiéndose gente.

The tourist

Floja, floja, floja película de suspense que bebe del cine clásico en cuanto a las formas pero intenta contar una trama actual en cuanto al contenido.
¿Por donde empiezo? Después de haberla visto entiendo bastante mejor el comentario sarcástico-ofensivo de Riky Gervais en la presentación de los Globos de Oro cuando aseguró que tanto Deep como Jolie estaban nominados a mejor actor y actriz únicamente para que los miembros del jurado pudieran presumir de haber salido con ellos… o bien que había habido sobornos de por medio.
Y es que, a ver, no es que lo hagan mal, porque ambos son dos buenos actores, pero deambulan entre lo soso y lo cliché. Para empezar, Angelina se dedica a pasearse por la película con aires de señora de alta alcurnia y mucho dinero, escoba metida en el culo y mano suelta a un lado y cara de no estar afectandole absolutamente nada de lo que ocurre.
Por su lado, Deep se dedica a hacer de Deep. Incluso se le escapan algunos gestos más propios de Jack Sparrow (sólo hay que ver el momento «huída por los tejados», que si en lugar de en pijama llevara el traje de pirata a nadie le sorprendería.)
Aunque, eso es verdad, lo mejor de la pelicula es el personaje de Deep hablando a los italianos en portugués y llegando a decir «Bon Jovi» en lugar de «Bon Giorno».
Del resto de personajes ni hablamos, porque todos tienen papeles absurdos y de poner la mano para cobrar el cheque. ¿En serio han contratado a Rufus Sewell para que pase delante de cámara tres veces y diga una frase al final? En fin, cada uno tira el dinero como quiere. La película está hecha para lucimiento absoluto de los dos protagonistas, eso sin duda. El resto de personajes son lo de menos.
Donde la película se hunde es con la trama. Ya no por lenta, que lo es, sino porque intenta sorprender cuando en realidad, es absolutamente predecible. Minuto dos de película y ya sabía cómo acababa. No contento con eso, intentan hacer un giro en mitad de la película, y aunque este puede que no te lo esperes, en realidad te da bastante igual cuando ocurre.
A eso súmale que está rodada con parsimonia y lentitud, como si el director estuviera aburrido mientras grababan. Por dios, hay una persecución con una lancha a través de los canales de Venecia en la que se nota a la legua que van a dos por hora. Literalmente. Creo que a la pata coja y con los ojos vendados le gano en una carrera.
En definitiva, salí del cine con la impresión de haber visto una patata de película. Intenta ser de espionaje, con sorpresas y demás, pero es sumamente aburrida y predecible. Disfruté muchísimo más en verano con Salt, también de Jolie. Y sé que la han criticado mucho en todos lados, pero al menos aquella, con sus fantasmadas y sus mega-giros-imposibles era sumamente entretenida.

TDT

Recuerdo cuando la TDT se anunciaba a bombo y platillo como «la próxima revolución televisiva» y auguraba un incremento de trabajo para la gente que se movía en el sector televisivo…
A nivel de usuario espectador, la verdad, excepto la posibilidad de ver cosas en HD (que se ha puesto muy de moda aunque estoy absolutamente convencido de que mucha gente no distinguiría un producto en HD de otro normal) y la adquisición de MTV, con su programación refrito y dos o tres años atrasada de lo que emiten en EEUU, y el canal 13 (insertar risas aquí), lo cierto es que el espectador no ha obtenido ninguna revolución televisiva. Bueno, vale, si eres un crío has salido ganando porque hay dos o tres canales dedicados para ti. Al resto de seres humanos, nos han quitado la CNN y nos han puesto como seis canales de refritos. ¿Queréis ver OTRA vez los capítulos de Farmacia de guardia, el principe de bel air o El Coche Fantástico? ¡¡¡La revolución televisiva está aquí!!!

(y sí, insertar carcajadas aquí)
No entraré a discutir las consecuencias que ha tenido la entrada de la TDT entre cadenas y anunciantes, porque basta tener dos dedos de frente para darse cuenta de que tampoco han salido beneficiados. Lo que tengo muy claro, porque lo vivo como día a día, es que las consecuencias de la llegada de la TDT para los trabajadores del sector no han sido negativas. Han sido catastróficas.
Antes las cadenas tenían que rellenar UNA cadena con el dinero que fuera, digamos 100. Ahora, con la misma cantidad, deben rellenar la parrilla de cuatro cadenas (Antena 3 tiene Nitro, Nova y Neox). ¿Consecuencia? Muchos refritos (lo que hablabamos arriba) y abaratamiento de costes.
El abaratamiento de costes se está traduciendo en menos dinero para la realización de programas y series nuevas, aunque si se trata de un producto para uno de los canales grandes aún mantienen ciertas cantidades asequibles. Si el programa en cuestión se dirige a uno de esos canales satélites, las condiciones se reducen a precios de risa. Con la excusa de «es que es para la TDT y no hay dinero», que es la frase que más oigo desde hace un año y pico y la que más odio.
Para que os hagáis a la idea. Cuando hace dos años yo cobraba una cantidad por hacer mi trabajo, cuando se trata de la maldita TDT y empiezan con esa frasecita, he llegado a cobrar un tercio de lo que debería ser mi sueldo.
Que sí, que te puedes negar. Claro, también puedes quedarte en casa mirándote los pies. Porque a mi me hace mucha gracia la gente que dice que te niegues. En la tele, te tienen agarrado por los huevos. O aceptas las condiciones que te impongan, o no curras. Y punto, no hay más. Vete tu a decirle al currito que trabaja en una obra doce horas al día que le diga que no al capataz cuando le diga que va a cobrar una mierda por un horario explotador, que verás como te dice lo mismo.
Y nada, en esas estamos. No os creais que si se trata de un producto para una cadena grande se sigue cobrando lo mismo. No, que va. Es más, en series ya establecidas y que llevan bastantes temporadas en activo les han bajado el sueldo a todos (no tanto como cuando es para la TDT, obvio). La historia es la misma: O lo aceptas, o a la calle.
Bueno, a todos no, pero eso es otro cantar.
Luego yo voy al supermercado y le digo al carnicero «oiga, deme pechuga de pollo, pero como trabajo en la TDT sólo le voy a pagar un tercio de lo que marca» y no sé por qué extraña razón me mira raro, se descojona en mi cara y después llama a seguridad.
Esa es la realidad oculta detrás de lo que ha supuesto la llegada de la TDT.