Libros leídos 2012 (18): Robopocalipsis

LIBROS LEÍDOS 2012

1) Los caminantes: Hades Nébula, de Carlos Sisi
2) Choque de reyes (Canción de hielo y fuego 2), de George R.R. Martin
3) El Gobernador, de Robert Kirkman y Jay Bonansinga
4) Eterna, de Guillermo del Toro y Chuck Hogan
5) Edén interrumpido, de Carlos Sisi
6) 22/11/63, de Stephen King
7) El hombre en el castillo, de Philip K. Dick
8) Noche de difuntos del 38, de Manuel Martin.
9) Area 81, de Stephen King
10) La Guerra de la Doble Muerte, de Alejandro Castroguer
11) Blockade Billy, de Stephen King
12) El manantial, de Alejandro Castroguer
13) Tormenta de espadas (Canción de hielo y fuego 3), de George R.R. Martin
14) La guerra interminable, de Joe Haldeman
15) Última parada: la casa de muñecas, de Miguel Aguerralde
16) Hamelín, de Angel Luis Sucasas
17) Festín de cuervos (Canción de hielo y fuego 4), de George R.R. Martin
18) Robopocalipsis, de Daniel H. Wilson

Bueno…
Pues llevaba un buen ritmo de lectura este año hasta que llegó Robopocalipsis a mi vida. Sé que hay gente que se pregunta por qué decidí leer este libro…
1) Los robots molan.
2) Los Apocalipsis molan.
3) Es la próxima película que quiere dirigir Steven Spielberg, y Steven Spielberg mola cuando hace cine (en tele es otra cosa, porque su nombre asociado a una serie me produce verdadero pavor)
Con estas cosas claras, nada podía salir mal, ¿no? Pues sí, sale mal. Quiero decir… uno lee Robopocalipsis y entiende cual es el atractivo de la historia, entiende qué es lo que ve Spielberg e imagina lo que va a ser capaz de mostrar en pantalla grande. El problema es que como libro es bastante tedioso. O así me lo ha parecido a mí. Lento hasta decir basta y mal llevado… en el sentido de que las voces de los distintos narradores resultan confusas. Cormac Chico Listo nos cuenta las historias de varios personajes (en un recurso calcado al de Guerra Mundial Z de Max Brooks, por cierto) pero en su caso, la voz de Cormac y la del personaje que lleva la banda en ese momento se mezclan y no queda claro quien habla en cada momento. Además de pecar de parecer siempre la misma persona la que habla, no importa si el personaje en cuestión es la niña, el propio Cormac o el indio que se refugia en la reserva. Creo que a Daniel H. Wilson le pesa el ser primerizo. Creo que tenía muy clara la historia que quería contar, que no está mal, pero le pierde querer meter distintas voces y no ser capaz de distinguirlas en la narración.

En fin, se me ha atragantado el libro y he estado más de un mes para leerlo. Un infierno.