Libros leídos 2012 (15): Última parada la casa de muñecas

LIBROS LEÍDOS 2012

1) Los caminantes: Hades Nébula, de Carlos Sisi
2) Choque de reyes (Canción de hielo y fuego 2), de George R.R. Martin
3) El Gobernador, de Robert Kirkman y Jay Bonansinga
4) Eterna, de Guillermo del Toro y Chuck Hogan
5) Edén interrumpido, de Carlos Sisi

6) 22/11/63, de Stephen King 
7) El hombre en el castillo, de Philip K. Dick
8) Noche de difuntos del 38, de Manuel Martin.
9) Area 81, de Stephen King
10) La Guerra de la Doble Muerte, de Alejandro Castroguer
11) Blockade Billy, de Stephen King
12) El manantial, de Alejandro Castroguer
13) Tormenta de espadas (Canción de hielo y fuego 3), de George R.R. Martin
14) La guerra interminable, de Joe Haldeman
15) Última parada: la casa de muñecas, de Miguel Aguerralde

 Aunque ya había tenido trato con Miguel Aguerralde a través de las redes sociales, pude conocerle e intercambiar charlas e idas de olla varias en festival Celsius 232. Allí, me hice con un ejemplar de su última novela, una novela de portada brillante titulada «Última parada: la casa de muñecas».
De base ya tenía ganas de leerla, pero oírle decir en la presentación que bebía de Seven y El silencio de los corderos me hizo tener más ganas aún. Abrir el libro y encontrar que la primera frase es una cita de Stephen King que además me parece fantástica me predispuso completamente a disfrutar.
Y lo he hecho, con cada una de sus páginas. Miguel Aguerralde demuestra que nuestra narrativa no tiene nada que envidiar a la escandinava (vaya por delante que se trata de una novela negra) y crea un protagonista con una vida tan deshilachada como fascinante en esencia. Matt el rojo es un personaje torturado pero genial y es imposible no convertirse en fan absoluto a medida que va avanzando la historia.
La novela es prototípicamente negra: hay un asesino/secuestrador y un policía que investiga las desapariciones. No se queda en eso. Otra cosa que Darío Vilas dijo en la presentación sobre la novela de Aguerralde fue que Miguel trata a los personajes de la historia con absoluta crudeza. Y eso es verdad, creo que nunca había leído una novela con menos compasión por los personajes que la pueblan. Sobrevivir en las páginas de Última parada: la casa de muñecas es una verdadera odisea. Es tan directa como descarnada, con algunos pasajes más que macabros, una violencia visual y narrada con la misma naturalidad con la que te narra el viaje en autobús de otros personajes, y además es una historia sin concesiones: empieza apretando el acelerador y no levanta el pie ni por un momento. Además, no se centra en Matt exclusivamente, ni tampoco en el asesino. La novela baila por multitud de personajes que inciden en la historia de una u otra manera y por entre sus páginas hay un fragmento que parece sacado de cualquier slasher que podáis imaginar, con su grupito de adolescentes que se internan en la boca del lobo para ser cazados poco a poco. Uno de los pasajes más interesantes, además.
Soy fan de Matt el rojo. Y deseo que a Miguel Aguerralde le vaya bien esta novela para que pueda publicar más historias protagonizadas por el irlandés borrachuzo. Es una novela corta, os la leeréis en un par de días. Y también está en ebook bastante económica, así que no tenéis excusa.
Vale la pena.