Yo era de la «gente minidisc» y estaba feliz con mi cacharro cuadrado que me permitía guardar en un sólo disco miles de canciones. Estaba feliz porque funcionaba con una sóla pila y me bastaba con llevar otra de repuesto, por si las moscas. Recargables, claro. Nunca un sólo fallo, nunca me dejó tirado mi buen amigo el minidisc.
Y entonces llegó Apple, dispuesto a sembrar el caos entre los amantes de la tecnología, con un aparatito de estética modernoide llamado Ipod, que pronto revolucionó el mercado. Yo soy el niño tecnmología, me dije´. Así que a pesar de mis reticencias terminé comprándome uno. Ipod de 4Gb colo plata. Sin molestas pilas. Miles de canciones y se carga enchufándolo a mi ordenador. Maravilloso.
Empecé a escuchar historias. A uno se le había apagado el Ipod una vez y no había regresado a la vida. A otro le duró un año y adiós. Y así. Y yo pensé lo de siempre, que lo cuidan mal, que hay que ver lo que hace la gente con los aparatos. Y yo al mío le mimaba.
Tiene 9 meses y hoy lo he apagado al bajarme del coche. Al volverme a subir, el aparato de marras ya no se encendía. El hijo de puta me ha abandonado, ahí, en medio de la nada, dejándome sin música y obligándome a escuchar esa tecnología de la época de los dinosaurios llamada Radio.
Así que he llegado a casa, ofendido con el mísero aparato cuya vida es inferior a un año. Y doy gracias a que la garantía es de un año, y que siempre guardo los tickets. Me he enfadado con el Ipod porque me ha defraudado. Para aliviar mis penas hasta que esté arreglado he buscado mi minidisc, y ahí estaba el pobre, guardado desde hace 9 meses, y me ha sonreído, y le he puesto una pila y ha funcionado como el primer día. Él nunca me defraudaría.
Así que, si con las consolas ya soy un aferrado a la PlayStation (aunque la Wii tiene su aquel para jugar en compañía, pero el catálogo de juegos sigue siendo flojillo) con el tema de los reproductores de música portatil tengo que decir que una vez más, Sony es Sony.
PD: Que no se entere mi querido Minidisc, pero en cuanto el Ipod esté arreglado, el maravilloso aparato de Sony que nunca me defrauda volverá al cajón a dormir el sueño de los justos.