Esta historia ya la he contado otras veces: En 2011 mi novela aún no tenía contrato editorial y mientras esperaba que Dolmen me contestase decidí pedir una opinión ajena al nucleo familiar. Mi objetivo fue Alcorze, un tipo al que conocía del blog y del ka-tet (un foro dedicado a Stephen King). Se leyó la novela, me dio sus impresiones y publicó una reseña diciendo que El cuarto jinete vería la luz seguro, cien por cien…
Y por suerte para mi, tuvo algo de visionario.
El caso, que hoy se ha terminado de leer El cuarto jinete: Armagedón y lo ha reseñado en su blog. Alcorze se ha leído varias cosas mías, incluso algo que aún está sin publicar, por lo que leer de su puño y letra que «he crecido como autor» me enorgullece.
Esto es lo que ha escrito:
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. Es muy difícil que una segunda novela esté a la altura de su antecesora. Especialmente cuando la primera, El cuarto jinete, es un bombazo. De hecho es algo que pocos escritores consiguen. En este caso Víctor Blázquez es uno de esos ”afortunados”, tocados por las musas, que son capaces de hacerlo.
La novela tiene más páginas, más personajes y abarca más escenarios al escapar el virus de la pequeña localidad de Castle Hill. Esto permite que el autor se pueda explayar más, utilizar más sus recursos como escritor, poniéndolos al servicio de la narración y del lector. A mi, personalmente, me ha alegrado mucho ver esa evolución positive y ese crecimiento de Víctor como escritor. Con todo lo que le he ido leyendo se va viendo una mayor madurez, un mejor poso como narrador pero sin perder la frescura y la fuerza que le caracterizan.
Es una novela donde hay mucho más aparte de los zombies. Sin perder el ritmo trepidante de la primera novela en ésta asistimos a una presentación de personajes que interactúan entre ellos. Es mucho más coral en este aspecto.
Villanos personificados en Tom Ridgewick. Un malvado espectacular, capaz de manejar los hilos de la situación y dar, a su vez, un paso al frente para pelear cuando sea necesario. Sin embargo ni siquiera los malvados más inteligentes y despiadados son capaces de tenerlo todo bajo su control.
Pero hay más proganistas muy interesantes. En El cuarto jinete los personajes evolucionan y se desarrollan. Tanto los viejos conocidos como Mark, Veronica o Paula, incluso el propio Brad Blueman, como los nuevos. En particular tanto Logan Kane como Neil me han parecido muy interesantes y con un potencial que espero que, si la muerte no lo impiede, se desarrolle en un futuro.
Lo cierto es que en esta novela casi muere hasta el apuntador. Hay unos cuantos momentos y situaciones que me han sorprendido por lo inesperado. Blázquez, como el narrados omnisciente, juega con el lector y, cuando menos te los esperas, te lanza un directo a la boca del estómago que te quita el aire.
Espero que, como es lógico, la tercera parte de El cuarto jinete, que no sé hasta qué punto estará ya escrita o bullendo dentro de la cabeza de Víctor Blázquez, vea pronto la luz. Mientras tanto iremos calmando el ansia con los extras del dvd.