El apasionante mundo de la traducción de títulos

Hay una cosa que jamás he logrado entender ni creo que consiga hacerlo nunca, y es el modus operandi que se sigue en este país para decidir los títulos de las películas.
La primera opción es mantener el título tal cual. Así encontramos Kill Bill, Four Rooms, etc.
La segunda opción es traducir el título perfectamente. vease Amanecer de los muertos, La guerra de las galaxias, etc.
La tercera ya empieza a chocar en mi mente. Es la manía de dejar el título original pero poner un subtítulo en castellano para el espectador medio que no sea capaz de entenderlo. Así nos encontramos con:
– Closer: cegados por el deseo. Y bueno, aquí, por lo menos, el subtítulo de marras mantiene un poco el hilo de la peli.
– Scream: Vigila quien llama. Subtítulo idiota donde los haya y que evidentemente se perdió a los pocos días de estrenada la peli. Lógico, porque daba mucho más miedo la palabra Scream y además ir por la vida diciendo «oye, ¿has visto ya vigila quien llama?» no era muy divertido. En las secuelas el subtítulo ni existía.
– Cinderella Man: el hombre que no se dejó tumbar: Manda cojones. No he visto la película no ganas que tengo, pero si el título en inglés ya era cutre vinieron los españolitos a esforzarse y conseguir el peor todavía. Ya me imagino la velada amorosa diciendo «mi amor, vamos a ver el hombre que no se dejó tumbar». Patético.
– Con Air: convictos en el aire. No hacía demasiada falta el subtítulo.
– Brockeback Mountain: en terreno vedado. Subtítulo cutre, pero al menos mejor que la traducción del título que se le dio en latinoamérica: Secreto en la montaña. Vamos, que me extyraña que aquí no la tradujeran como «Cowboys en el armario» o algo así.
Pero es la cuarta opción la que me mata del todo. Es cuando llega quien sea el que traduzca los títulos y cambia el título de la peli poniéndole el que a él le sale de ese lugar oscuro donde nunca pega el sol y a veces parece que se hayan fumado varios porros antes de traducir. Aquí encontramos cosas como:
– El bar coyote: En inglés, coyote Ugly.
– La Jungla de cristal. En inglés Die Hard, o sea Duro de matar o muere dificil. Pero aquí el traductor la vio y se dijo «Ocurre todo en un rascacielos lleno de ventanas, espejos y cristales… ostia, cristales, podría llamarla La jungla de cristal que queda muy estético». Y eso hizo. Pero no pensó en las secuelas. Y claro, la segunda ocurre en un aeropuerto y hay menos cristales. Por suerte no les dio por llamarla «Jungla de aviones, jungla de cristal 2» que capaces son. Y bueno, ya de la tercera, que ocurre a lo largo y ancho de toda una ciudad y donde si aparecen cristales es porque los hay en las ventanillas de los coches….
– El bosque. Ok, tenemos una peli con una aldea rodeada por un bosque donde ocurre algo raro. El director llama a la película «The village», o sea, La aldea. ¿Por qué? Porque para él lo importante es lo que ocurre en dicha aldea. Pero llega a España y alguien dice «Pero si mola más lo del bosque» y le cambian el título, mancillando así la intención del director y desviando la atención del espectador del lugar donde el dire quería que estuviera. Fantástico.
– La búsqueda: Aquella bazofia codigodavincista con Nicolas Cage a la cabeza y que se titulaba en original National Tresaure. Yo hubiera entendido lo de Tesoro Nacional.
– El fuego de la venganza. En inglés, Man on Fire, o sea, Hombre en llamas. Pero aquí llega el listo de la traducción y dice «Me cae mal Denzel Washington, así que voy a hundirle la película y lo voy a hacer poniéndole un título cutre de película de acción ochentera». Y así lo hace. ¿Os acordáis de la sección de acción de los videoclubs allá por los ochenta? Había varias palabras claves como son Fuerza, Venganza, Acción, Fatal, Letal, Mortal, Fuego, Rabia, Odio… Combinabas cualquiera de esas palabras y tenías el título de alguna peli de aquella sección. Fuego Fatal. Venganza Mortal. Rabia Letal. Y sigue…
– Asesinos cibernéticos: Película futurista protagonizada por Peter Henderson Weller y que en original se llamaba Screamers, o sea, chillones, porque los asesinos cibernéticos a los que se refiere el título en español chillaban al ir a matar y era la única manera de reconocerlos.
– Y llegamos a mi preferida en el ranking de títulos ridículos. En inglés, Ice princess. Podrían haberla traducido como Princesa del hielo, pero no. Alguien tuvo la maravillosa idea de hacer un pareado, que siempre triunfan, y así nació «Soñando, soñando, triunfé patinando». Y se quedaron tan panchos.
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