El cuarto jinete: Armagedón en Calles de Tinta

Nueva reseña al canto, en esta ocasión en Calles de tinta.

Hace prácticamente un año que tuvimos la suerte de conocer Castle Hill, un pequeño lugar de los Estados Unidos que se vio asolado por la aparición del virus zombi, llamado “El cuarto jinete”. Con ese título aparecía una novela notable, llena de referencias y personajes de todo tipo, que terminó resultando una entretenidísima propuesta dentro del largo catálogo de la línea Z de la editorial Dolmen.
 
A la vez que conocíamos todos estos detalles, su autor Víctor Blázquez ya se encontraba preparando a toda velocidad su continuación, la cual iba a llevar a su máxima expresión aquello de “¿Queréis más “Cuarto Jinete”? Pues tomad mucho más”. Y es que en “Armagedón” todo aquello que se nos quedo en la mente y que tanto gustó a buena parte de los lectores es elevado al cuadrado en una segunda parte con más lugares, más personajes, más tensión, más persecuciones y, por supuesto, más zombis.
 
El lector que se enfrente a “El cuarto jinete: Armagedón” se va a encontrar con casi seiscientas páginas que dan lugar a una novela doble, con dos partes muy marcadas: una pre-San Mateo y otra pos-San Mateo. No voy a entrar en detalles para evitar desmembrar (que bien queda una palabra de este tipo para este comentario) partes del argumento, pero lo cierto es que ese descubrimiento marca un punto de inflexión hacia el ecuador del libro. Si en la ópera prima de Víctor Blázquez apenas nos centrábamos en la pequeña localidad de Castle Hill, aquí nos adentraremos en Los Ángeles o la Casa Blanca, donde la densidad de población es mucho mayor, solo equiparable al horror que se desplegará tras la llegada de los supervivientes de la primera parte. Dichos supervivientes o, mejor dicho, aquellos que vayan quedando se unirán a decenas de personajes nuevos que iremos conociendo acompañados de nuestro peculiar narrador, el cual vuelve a hacer acto de presencia de la misma manera que en “El cuarto jinete”, sorprendiéndonos con sus constantes viajes geográficos y temporales y a cuyo hombro nos subimos para descubrir todos los detalles.
 
A “Armagedón” se le puede poner pegas precisamente por lo ambicioso de su planteamiento, lo cual me hace pensar que una tercera parte está en camino o de que los “extras del DVD” nos sacarán de muchas dudas en todas aquellas tramas que desaparecen conforme vas pasando las páginas y de las cuales no conocemos su final. Así mismo, el amplio elenco de habitantes que conocemos en San Mateo hace que el tiempo dedicado a algunos de ellos sea menor del deseado, máxime si algunas de sus acciones son vitales para el desarrollo de la trama.
Estos detalles para nada empañan una lectura cien por cien entretenida, llena de momentos de todo tipo y contada de manera que 570 páginas pasen casi sin darte cuenta día a día y hora tras hora. “El cuarto jinete: Armagedón” supera en todos los números a la primera parte, culminando una fantástica sucesora que no sabemos si cerrará la saga, pero lo seguro es que una de las propuestas más interesante dentro del catalogo zombi nacional.

El cuarto jinete visto por David J Skinner

Esas curiosidades que tiene la vida. Conocí a David J Skinner (autor de la novela «los crímenes del ajedrez«, novela que me leeré este verano porque tiene una pinta increíble) en un evento literario al que fui invitado en Abril, en Navas del Rey. Fue mitad charla mitad entrevista y yo estaba acompañado por Daniel P. Espinosa (que este mes saca a la venta su Nekromanteia, novela finalista de los premios minotauro del año pasado, por cierto) y David subió a continuación junto con otros escritores. El caso es que durante el evento leimos un fragmento de nuestras respectivas obras, y a David le picó el gusanillo con El cuarto jinete.

El domingo 2 de junio se acercó a saludarme por la Feria del libro y se llevó el primer libro. Por cierto, no lo he dicho pero es un tío más majo que las pesetas. El caso, que se llevó el libro y me advirtió que no lo leería pronto porque tenía cola de lecturas. Esas cosas que los que leemos habitualmente siempre sufrimos. Así que hala, me olvidé un poco porque sabía que no me diría nada en unos meses.

El miércoles me escribió diciéndome que le faltaban cincuenta páginas y el jueves se pasaría a por El cuarto jinete: Armagedón.

Y he aquí su reseña. Gracias, David.

Sí, me gustan las películas de zombies (no todas, claro), pero nunca había leído un libro sobre ellos. No por nada; simplemente, no surgió la oportunidad. Y entonces, en un evento literario, escucho parte de una novela de zombies, narrada por el propio autor.

Cuarto-jinete-147x206Me gustó la forma de contarlo, sumergiendo al lector dentro de Castle Hill –el pueblo donde transcurre la historia–, de la mano del narrador, como si fuéramos un Ebenezer Scrooge cualquiera arrastrado por el fantasma de las Navidades. No es fácil que un escritor consiga que este efecto de narrador-cómplice cale en el lector, pero decidí darle una oportunidad al libro.

Así que aproveché que Víctor Blázquez estaba en la Feria del Libro de Madrid para llevarme un ejemplar dedicado de El Cuarto Jinete. Eso fue el pasado domingo.

Cuatro días después, ya había devorado (una palabra muy apropiada) las 350 páginas de El Cuarto Jinete, y tenía ganas de máaaaaas.

¿Qué encontraremos en El Cuarto Jinete? Centenares de zombies, claro; pero además una narración clara, bien descrita, que te sumerge increíblemente rápido dentro del pequeño pueblo norteamericano. Tratándose de una historia de muertos que se levantan con ganas de morder, rasgar y comer, es mejor no encariñarse mucho con ninguna de las personas que pueblan las páginas de la novela, porque Blázquez no duda en destripar a cualquiera de ellas, incluso después de hacer que conozcamos detalles de sus vidas que casi les convierten en viejos conocidos nuestros. Qué cruel.

Lectores de tervictor-blazquezror –y en especial, seguidores de Stephen King–, os recomiendo leer este libro. Pasaréis un buen (o angustioso, según se mire) rato.

Si, como yo, os quedáis con ganas de más, ya se encuentra disponible El Cuarto Jinete: Armagedón. Yo ya lo he empezado…

Para más información, aquí os pongo el enlace a la página de la novela, en Editorial Dolmen: EL CUARTO JINETE

El cuarto jinete: Armagedón reseñado por Alcorze

Esta historia ya la he contado otras veces: En 2011 mi novela aún no tenía contrato editorial y mientras esperaba que Dolmen me contestase decidí pedir una opinión ajena al nucleo familiar. Mi objetivo fue Alcorze, un tipo al que conocía del blog y del ka-tet (un foro dedicado a Stephen King). Se leyó la novela, me dio sus impresiones y publicó una reseña diciendo que El cuarto jinete vería la luz seguro, cien por cien…

Y por suerte para mi, tuvo algo de visionario.

El caso, que hoy se ha terminado de leer El cuarto jinete: Armagedón y lo ha reseñado en su blog. Alcorze se ha leído varias cosas mías, incluso algo que aún está sin publicar, por lo que leer de su puño y letra que «he crecido como autor» me enorgullece.

Esto es lo que ha escrito:

Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. Es muy difícil que una segunda novela esté a la altura de su antecesora. Especialmente cuando la primera, El cuarto jinete,  es un bombazo. De hecho es algo que pocos escritores consiguen. En este caso Víctor Blázquez es uno de esos ”afortunados”, tocados por las musas, que son capaces de hacerlo.
La novela tiene más páginas, más personajes y abarca más escenarios al escapar el virus de la pequeña localidad de Castle Hill. Esto permite que el autor se pueda explayar más, utilizar más sus recursos como escritor, poniéndolos al servicio de la narración y del lector. A mi, personalmente, me ha alegrado mucho ver esa evolución positive y ese crecimiento de Víctor como escritor. Con todo lo que le he ido leyendo se va viendo una mayor madurez, un mejor poso como narrador pero sin perder la frescura y la fuerza que le caracterizan.
Es una novela donde hay mucho más aparte de los zombies. Sin perder el ritmo trepidante de la primera novela en ésta asistimos a una presentación de personajes que interactúan entre ellos. Es mucho más coral en este aspecto.

El Cuarto jinete cabalga de nuevo, y esta vez corre totalmente desbocado
Aunque algunos de los supervivientes del primer libro siguen estando en éste, su acción en la narración disminuye un tanto, pasando a recaer el peso de la misma en los nuevos personajes. Creo que si en El cuarto jinete tenían más peso los héroes en esta lo tienen los villanos.
Villanos personificados en Tom Ridgewick. Un malvado espectacular, capaz de manejar los hilos de la situación y dar, a su vez, un paso al frente para pelear cuando sea necesario. Sin embargo ni siquiera los malvados más inteligentes y despiadados son capaces de tenerlo todo bajo su control.
Pero hay más proganistas muy interesantes. En El cuarto jinete los personajes  evolucionan y se desarrollan. Tanto los viejos conocidos como Mark, Veronica o Paula, incluso el propio Brad Blueman, como los nuevos. En particular tanto Logan Kane como Neil me han parecido muy interesantes y con un potencial que espero que, si la muerte no lo impiede, se desarrolle en un futuro.

 ¿Qué más puedo decir sobre esta fantástica novela? El virus de El cuarto jinete, como podéis imaginar, cabalga desbocado atravesando el continente por sus cuatro costados. Podremos leer pequeños microrrelatos sobre momentos del apocalipsis zombie.
Lo cierto es que en esta novela casi muere hasta el apuntador. Hay unos cuantos momentos y situaciones que me han sorprendido por lo inesperado. Blázquez, como el narrados omnisciente, juega con el lector y, cuando menos te los esperas, te lanza un directo a la boca del estómago que te quita el aire.
Antes de terminar esta reseña no querría dejar de decir que tiene un prólogo realizado por Javier Cosnava que es una pura delicia, digno de Charlie Kaufman.
Espero que, como es lógico, la tercera parte de El cuarto jinete, que no sé hasta qué punto estará ya escrita o bullendo dentro de la cabeza de Víctor Blázquez, vea pronto la luz.  Mientras tanto iremos calmando el ansia con los extras del dvd.

El cuarto jinete Armagedón en Frikis Reconocidos

En Frikis Reconocidos ya reseñaron la primera parte en su momento. Hoy le ha llegado el turno a la secuela, El cuarto jinete: Armagedón. Y bueno, así para empezar recibe como nota un 5/5, con lo cual me siento bastante orgulloso. Atención, tiene spoilers para el que no se haya leído la primera parte.

La reseña la podéis leer en su página original en este enlace.

Os la copio también a continuación:

En Frikis Reconocidos S.A. ya reseñamos, o reseñé, mejor dicho, en su momento El cuarto jinete (para leer aquella reseña, pincha aquí). Como lo disfruté como un niño pequeño disfruta de un caramelo, nada más saber que Víctor Blázquez volvía a las librerías de la mano de la Editorial Dolmen y su Línea Z, con una secuela me emocioné: iba a tener otra dosis de zombies, pero de los que corren, de los que te persiguen como persigue Clint Eastwood a los criminales en la película de Y Cometieron Tres Errores, es decir, implacables y sedientos.

5/5

¿Os acordáis de Castle Hill y de sus supervivientes? ¿Recordáis a Brad Blueman, a Mark, Paula, Veronica, Patrick, Richard, Ozzy, Stan, Kurt y compañía? Seguro que sí, los habíamos dejado bajo la custodia de unos militares que  debían transportarlos a un hotel en Los Ángeles... y nadie sabía lo que se cocía en la sangre de uno de aquellos luchadores que sobrevivieron a la devastadora plaga que arrasó su pueblo de la faz de la Tierra, un pueblo que, otrora, fuera tranquilo, modesto. Típico pueblo americano de película.

Hola, sabía que volveríamos a encontrarnos.
Sígueme. La última vez que les vimos creían que se había terminado, combatieron el virus en las calles de Castle Hill; creyeron que lo habían detenido y estaban a salvo. No podían estar más equivocados.

Es por eso que, cuando abrimos El Cuarto Jinete: Armagedón esperamos que algo nos agarre del tobillo y que nos hinque el diente. Nos van a comer, pensamos, y no como nos gustaría… Va a ser un viaje desagradable. Pero no nos encontramos con manos de podridos, ni tampoco nos salpica sangre, nos encontramos con un prólogo escrito por Javier Cosnava un tanto… perturbador. Sí, creo que esa es la palabra exacta que lo podría describir: perturbador. Algo hace que se nos ericen los pelos de la nuca, sentimos un escalofrío… algo se acerca, Frikis Míos, y ahora sí que puede ser la Muerte, el Cuarto Jinete, ese que junto a Guerra, Hambre y Peste arrollará el mundo el día del Juicio Final.

Tras las palabras de Cosnava vienen las de Víctor Blázquez, quizá más seguro y desenvuelto en eso de aporrear el teclado. Personalmente, me lo imagino sentado en su silla riendo como un maníaco, sumido entre las sombras, mientras un Igor (o quizá mejor dicho, Aigor) le sirve comida, órganos de humanos crudos con los que se deleita. Especialmente con globos oculares (los ojos saltando de sus cuencas, reventándose bajo la presión de unas manos fuertes, parecen haberle cautivado, especialmente en uno de los capítulos).

¿Y qué historia nos trae Blázquez esta vez? Aparte de una historia escrita en segunda persona nos regala sangre, vísceras, miembros cercenados, muerte, desolación, furia, sufrimiento, más sufrimiento, otro poco más de sufrimiento y dolor. Mucho dolor. Nuestros queridos (y no tan queridos) exiliados de Castle Hill se vuelven a ver envueltos en el caos en la lucha por continuar un día más con vida. El virus “vuelve a la vida” en el hotel de los Ángeles, y tarda poco en esparcirse por el territorio americano. Los que antes viajaron juntos, ahora huirán por separado, en pequeños grupos, buscando una salida a una situación que es incontrolable. Conoceremos otros tantos personajes y, gracias a la capacidad innata de Blázquez, odiaremos  con toda nuestra alma a unos cuantos. Pero odiar cosa mala, de ese odio que te dan ganas de coger una escopeta y pegarle un tiro entre los ojos a esa panda de cabrones con la que otros, tan majicos ellos, se juntan sin saberlo.

Y si continúo hablando sobre la trama (ya sé que únicamente he dado un par de esbozos y muy generales) es posible que os destripe (qué bien viene ese verbo en una reseña sobre una novela de zombies) los hilos que seguimos en su recorrido de principio a fin.

Con sus más de 500 páginas, El Cuarto Jinete: Armagedón es de esas lecturas que te enganchan, que te hacen aferrar las páginas como si tu propia supervivencia dependiera de ello. Volvemos a recibir a los personajes, tanto los viejos como los nuevos, esbozados de tal forma que terminamos cogiendo cariño a algunos (a otros ya amándolos, porque son adorables) y odiando a otros; más que odiar, nos asquea su presencia vomitiva y desearíamos pegarle un tiro entre las cejas. Incluso con algunos llegamos a sentir una especie de relación odio-asco-amor-odio-más-odio. Y otra vez disfrutamos con varias alusiones a novelas, cine y tv, entre las cuales la del chico con su camiseta de la Casa Stark (Winter is Comming) me hizo reírme a pesar de la situación en la que aparece; especialmente me gustó esta alusión a Juego de Tronos ya que Víctor Blázquez nos hace todo un George RR Martin, es decir, sacrificar, torturar, matar, devorar y decapitar personajes a los que habíamos comenzado a querer como si fueran nuestros amigos de toda la vida.

Además, el autor nos obsequia con unos extras (si queréis saber algo de ellos, ya sabéis lo que toca) que son la delicia de cualquier fan. Esperemos que en un año tengamos una tercera entrega de El Cuarto Jinete.

En fin, Frikis míos: La pesadilla ha vuelvo y espero que no os haya pillado desprevenidos. ¿Tenéis comida y armas? ¿Adónde iréis? Quizá sea indiferente, porque:

No hay ningún sitio al que huir si la muerte corre más que tú.

El cuarto jinete en la revista Corazón literario

Montaje realizado por Julio Muinicio Oliver. Retoque nocturno por José Sanz
No sé si hay alguien que no conozca la revista de Corazón Literario. Bueno, pues se trata de una revista gratuita que incluye relatos, alguna reseña y algún artículo y que se distribuye desde la página mencionada.
En el número 7 de la revista (que podéis descargar aquí) Rubén Giráldez González realiza una reseña de El cuarto jinete que os transcribo a continuación:
“Has llegado en el momento justo para que te cuente una historia. ¿Ves ese pequeño pueblecito americano que tenemos ante nuestros ojos? Se llama Castle Hill. Y en Castle Hill, va a ocurrir una desgracia, que hará que este lugar digno de postal, se convierta en una verdadera pesadilla. ¿Qué no me crees? Pues observa, El Cuarto Jinete ha sido liberado, y nada ni nadie lo podrá detener…”
Bueno, aquí estoy de nuevo con una de mis modestas reseñas. En esta ocasión le toca el turno a El Cuarto Jinete, de Víctor Blázquez, uno de los mayores éxitos editoriales de la línea Z de Dolmen. ¡Y no es para menos! Ya que la obra de Blázquez es pura adrenalina. Pero como diría Jack el destripador “Vamos por partes.”
Cualquiera que lea la sinopsis de El Cuarto Jinete creerá que es más de lo mismo:
“¿Qué ocurriría si tus familiares, vecinos y todos aquellos a los que conoces se convirtieran en insaciables e incansables asesinos? Ven, acompáñame, Castle Hill es un pequeño y apacible pueblo americano digno de postal, un lugar donde la vida es tranquila y fácil. Todos los pueblos tienen ovejas negras pero, por lo general, la paz domina la vida de este pequeño y agradable lugar. Las cosas están a punto de torcerse del todo. El cuarto jinete, el más mortal de todos los virus concebidos por el hombre, el principio del fin, un virus capaz de someter a toda la raza humana, está a punto de ser liberado.
Enfrentados a un enemigo sin miedo, inagotable y atroz, los habitantes de Castle Hill tendrán que valerse por sí mismos para sobrevivir. La pesadilla está a punto de comenzar. No hay ningún sitio al que huir si la muerte corre más que tú.”
Virus que resucita a los muertos. Pueblo asediado por hordas de zombis. Tiros, sangre y mordiscos. Y sí, El Cuarto Jinete tiene eso. Pero tiene mucho más.
Lo primero que llama la atención al comenzar la novela es el tipo de narrador. Es un narrador muy especial, ya que nos trata como si fuese un viejo amigo. Se dirige a nosotros cuando es necesario e incluso pregunta por nuestra opinión en ciertas ocasiones. También se permite para r alguna escena para explicarnos más cosas o para contarnos que está ocurriendo en la otra punta del pueblo. En definitiva, es el guía perfecto en este ajetreado viaje.

Lo segundo, son los zombis que pueblan la novela. Se alejan del arquetipo creado por el maestro George Andrew Romero, para acercarse más al zombi que ya nos mostró Zack Snyder en el remake de Amanecer de los muertos. Estos muertos vivientes son rápidos y más peligrosos que los zombis “Romerianos” ya que, si enfrentarse a uno solo es un verdadero desafío. ¿Qué ocurrirá cuando una horda de estos seres rodee y amenace la existencia de los personajes de la novela?
Porque ese es otro de los grandes fuertes de la novela: los personajes. Salvo por algunas excepciones, todos ellos son amigos y vecinos que se ven obligados a luchar contra personas conocidas; ahora convertidas en unos implacables monstruos homicidas.
Y es que, eso es lo más aterrador de vivir una situación así: verte obligado a acabar con un ser querido antes que este acabe contigo.
La gran cantidad de personajes que aparecen en el transcurso de la lectura, hace que te encariñes con alguno de ellos (sobre todo con la pequeña Paula) y sufras cuando su vida se ve amenazada por algún zombi dispuesto a hincarles el diente.
La novela está escrita a un ritmo frenético que apenas deja tiempo para respirar al lector. Ya que, en cualquier parte, puede aguardarnos un ser dispuesto a todo por conseguir una porción de carne fresca.
La novela está plagada de detalles y referencias a series de televisión, películas e incluso bandas de música.
Además de múltiples guiños al maestro King (nombres de personajes, situaciones…) que a los fans de la literatura de terror no nos pasarán desapercibidos. Stephen King, es un importante referente para muchos escritores de terror contemporáneo (me incluyo en esa extensa lista) y Víctor no es la excepción. Es un gran alumno del maestro del suspense de Maine.
Dedico esta reseña a Antonio Valderrama “El Rasurador”, quien tuvo la estupenda idea de regalarme un ejemplar dedicado por el mismísimo Víctor Blázquez. Que sepa que me haagasajado con una adictiva lectura que he “devorado” con sumo gusto.
Si no te has hecho aún con un ejemplar de El Cuarto Jinete, no se a que estás esperando para disfrutar de una estupenda lectura que agradará a todos los aficionadosa la literatura Z.
Y recordad que Víctor acaba de traernos el Armagedón con la segunda parte de esta fantástica novela que ya está infectando la mayoría de las estanterías españolas.
“… ¿Estás preparado? ¿Acabas de escuchar los monstruosos gruñidos? Son ellos. Rápido. Huye. Ya han llegado. Ellos son La Muerte… y corre más que tú.”
“Has llegado en el momento justo para que te cuente una his-
toria. ¿Ves ese pequeño pueblecito americano que tenemos ante
nuestros ojos? Se llama Castle Hill. Y en Castle Hill, va a ocurrir
una desgracia, que hará que este
lugar digno de postal, se con-
vierta en una verdadera pesadi
lla. ¿Qué no me crees? Pues ob-
serva, El Cuarto Jinete ha sido liberado, y nada ni nadie lo podrá
detener…”
Bueno, aquí estoy de nuevo con
una de mis modestas reseñas.
En esta ocasión le toca el turno
a El Cuarto Jine
te, de Víctor
Blázquez, uno de los mayores éxito
s editoriales de
la línea Z de
Dolmen. ¡Y no es para menos! Ya
que la obra de Blázquez es
pura adrenalina. Pero como diría
Jack el destripador “Vamos por
partes.”
Cualquiera que lea la sinopsis de El Cuarto
Jinete creerá que es más de lo mismo:
“¿Qué ocurriría si tus familiares, vecinos y todos
aquellos a los que conoces se convirtieran en in-
saciables e incansables asesinos? Ven, acompáñame,
Castle Hill es un
pequeño y apacible pueblo
americano digno de postal, un lugar donde
la vida es tranquila y fácil.
Todos los pueblos tienen ovejas negras pero, por lo
general, la paz domina la
vida de este pequeño
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someter a toda la raza
humana, está a punto de ser liberado.
Enfrentados a un enemigo sin miedo, inagotable y at
roz, los habitantes de Castle Hill tendrán que
valerse por sí mismos para sobrev
ivir. La pesadilla está a punto de
comenzar. No hay ningún sitio al
que huir si la muerte corre más que tú.”
Virus que resucita a los muertos. Pueblo asediado por hor
das de zombis. Tiros, sangre y mordiscos. Y sí, El
Cuarto Jinete tiene eso. Pero tiene mucho más.
Lo primero que llama la atención al comenzar la novela
es el tipo de narrador. Es un narrador muy especial, ya
que nos trata como si fuese un viejo
amigo. Se dirige a nosotros cuando es
necesario e incluso pregunta por nues-
tra opinión en ciertas ocasi
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carnos más cosas o para con-
tarnos que está ocurriendo en la otra punta del pueblo. En
definitiva, es el guía perfecto
en este ajetreado viaje.

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Lo segundo, son los zombis que pueblan la novela. Se al
ejan del arquetipo creado por el maestro George An-
drew Romero, para acercarse más al zombi que ya nos mo
stró Zack Snyder en el remake de Amanecer de los
muertos. Estos muertos vivientes son rápidos y más peligro
sos que los zombis “Romerianos” ya que, si enfrentarse
a uno solo es un verdadero desafío. ¿Qué ocurrirá cuando un
a horda de estos seres rodee y amenace la existencia
de los personajes de la novela?
Porque ese es otro de los grandes fu
ertes de la novela:
los personajes.
Salvo por algunas excepciones, todos ellos son amigos y v
ecinos que se ven obligados a luchar contra personas
conocidas; ahora convertidas en unos
implacables monstruos homicidas.
Y es que, eso es lo más aterrador de vivir una situación
así: verte obligado a acabar
con un ser querido antes que
este acabe contigo.
La gran cantidad de personajes que aparecen en el transc
urso de la lectura, hace que te encariñes con alguno de
ellos (sobre todo con la peque
ña Paula) y sufras cuando su
vida se ve amenazada por
algún zombi dispuesto a hin-
carles el diente.
La novela está escrita a un ritmo frenético que apenas deja
tiempo para respirar al le
ctor. Ya que, en cualquier
parte, puede aguardarnos un ser
dispuesto a todo por conseguir
una porción de carne fresca.
La novela está plagada de detalles y
referencias a series de
televisión, películas e incl
uso bandas de música.
Además de múltiples guiños al maestro King (nombres de
personajes, situaciones…) que a los fans de la litera-
tura de terror no nos pasarán desapercibidos. Stephen Ki
ng, es un importante referente pa
ra muchos escritores de
terror contemporáneo (me incluyo en esa exten-
sa lista) y Víctor no es la excepción. Es un gran
alumno del maestro del suspense de Maine.
Dedico esta reseña a Antonio Valderrama “El
Rasurador”, quien tuvo la estupenda idea de
regalarme un ejemplar dedicado por el mismí-
simo Víctor Blázquez. Que sepa que me ha
agasajado con una adictiva lectura que he “de-
vorado” con sumo gusto.
Si no te has hecho aún con un ejemplar de El
Cuarto Jinete, no se a que estás esperando para
disfrutar de una estupend
a lectura que agradará
a todos los aficionados
a la literatura Z.
Y recordad que Víctor acaba de traernos el
Armagedón con la segunda
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las estanterías españolas.
“… ¿Estás preparado? ¿Acabas de escuchar los mons
truosos gruñidos? Son ellos. Rápido. Huye. Ya han llega-
do. Ellos son La Muerte… y corre más que tú.”

El cuarto jinete en El legado de Gilead (2)

Hace ya unos meses que Toluuuu realizó la reseña de El cuarto jinete en el blog El legado de Gilead, cuyo título, por cierto, me encanta. Bueno, pues ahora le ha llegado el turno a su compañero Chuppy, y podéis leer su opinión tanto AQUÍ como a continuación:

Zombis 3.

Y ahora a correr. Hemos pasado de conocer el origen de las infecciones apocalípticas y de tener que sobrevivir al día a día luchando contra zomis y humanos, a tener que correr como alma que lleva el diablo por que si no seremos devorados por hordas de corredores infectados y enloquecidos por la carne humana.

En un pueblecito norteamericano se desata el horror y todos y cada uno de sus habitantes serán victimas de la peor agonía, miedo y desolación que pudieran imaginar. El policía, el bombero, el del quiosco, la prostitutas…. hasta los niños, son piezas de esta vertiginosa historia que te sacará de tu calma y llevará tus nervios y tensión a un punto increíble.

Con un comienzo algo frío y una narración de lo más original, el autor nos lleva, al  más puro estilo King, por las calles de Castle Hill y  nos hará conocer los pormenores de las huidas de los protagonistas. Sus enfrentamientos con los no muertos, el odio, el amor y la desidia para con los demás. Sonreiremos y alguna carcajada soltaremos pero, sobre todo, estaremos en continua tensión a la espera de ver si nos cazan o no.

Hay quue correr, por que los no-muertos de esta narración lo hacen y muy deprisa, casi al ritmo al que el lector aniquila el texto, hasta llegar al punto de la salvación final.

Lector de zombies léelo. No lector de zombis léelo. Pues de no hacerlo seréis zombificados.

El Cuarto jinete: Armagedón en Guardiaoscura

En Guardiaoscura ya reseñaron en su momento El cuarto jinete y ahora se han devorado la secuela en unos cuantos días. El resultado es positivo, por lo que no puedo estar más que contento.

Opinan que solvento de forma adecuada la amplificación del punto de mira que realizo en el libro, donde de Castle Hill abro la mano a todo el continente americano. En definitiva, buenas noticias.

El enlace a la reseña de El cuarto jinete: Armagedón es este.

Hace un año que abandoné Castle Hill, con esa visión privilegiada que Víctor Blázquez comparte con el lector en “El Cuarto Jinete”. 12 meses han pasado para mi, pero bien sabemos que las cosas no habían quedado selladas para los supervivientes de los destrozos, que el virus que nombra la novela, había ocasionado en el devastado pueblo de Castle Hill.

Es por eso que cuanto abres “El Cuarto Jinete: Armagedón” te encuentras con esos sufridos supervivientes apenas momentos después de donde los dejamos hace un año. Ellos no lo saben, pero nosotros les acompañamos como testigos mudos y aunque pronto se darán cuenta, El Cuarto Jinete también se apunta al viaje que les lleva hasta Los Angeles, dispuesto a comerse el mundo ;)

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Sobre lo que ocurre cuando llegan a Los Angeles y su primera noche en el hotel, no voy a contaros mucho. Eso queda para los que quieran ser testigos de la desgracia. Baste decir que la lupa desde la que vemos el mundo se amplifica, y pasamos de observar un pequeño pueblo a un desastre de dimensiones mucho mas preocupantes.

Tenemos a Mark, Paula, Verónica, el peculiar y desagradable Brad, etc, asi como muchos personajes nuevos que se cruzan por el camino y otros muchos que son parte activa de esta nueva etapa de la pesadilla. Uno de esos personajes lo conocemos desde el segundo prologo del libro, en una historia que podría haber sido su fin en un mundo ideal, pero a veces las oportunidades tienen forma de zombie pasado de speed.

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Y digo segundo prologo, porque hay un primero introductorio al autor y a la novela, escrito por Javier Cosnava, que es desde luego muy original y que deja muy buen sabor de boca a la hora de meternos en esta segunda parte. Tal y como nosotros nos sentimos cómplices y observadores de lo que ocurre, la presentación también lo es. Al fin y al cabo, todos estuvimos en Castle Hill.

El reto que supone salir de una localización mas controlada con un numero finito de personajes y opciones, para pasar a una escala mucho mayor, es solventado estupendamente por Víctor Blázquez. Para ello el aumento de mas de 200 paginas es casi obligado porque hay mucho que contar a la hora de ponernos en control de una situación ingobernable y nos sirven para ponernos “de aquella manera” y tener claro, mas de lo que lo tienen los protagonistas, de hasta que punto se esta yendo todo a la mierda.

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En fin, mas que recomendable libro y de lectura obligada para quienes ya estuvimos en Castle Hill. Como en aquella ocasión volvemos a tener montones de referencias. Unas que nos harán sonreír, como ese zombie de Tronos :p y otras que nos pondrán los pelos de punta y que a mi me han recordado por momentos (no diré cuales) a “The Woman” o a “The Road”, para que os hagáis una idea de como están de serias las cosas y siendo solo un par de ejemplos sin dar demasiados detalles.  Una vez que el virus te agarra, no hay manera dejar de leer.

Reseña de Con Z de Zombie por Alcorze

Esto no me lo esperaba, para qué mentiros…

Si os pilla de nuevos, os cuento: Para la salida a la venta de El cuarto jinete: Armagedón decidí pasar de los ya manidos marcapáginas y sacar un pequeño librillo tipo pulp con cinco relatos (uno mío y los otros cuatro de amigos y compañeros de letras), a modo puramente anecdótico y publicitario. Por supuesto, de tirada exclusiva y limitada a 1oo ejemplares, para poder sortearlos en las presentaciones y así.

Es casi como un objeto de coleccionista, claro.

Bueno, la cosa es que hoy ha aparecido una reseña de dicho librillo. Ha sido nada más y nada menos que Alcorze, y el enlace a dicha reseña es este. No negaré que me he sentido orgullosete de esa criatura mía.

Primera reseña de Sweet Dreams

Sweet Dreams es la antología de relatos que sacó Corazón literario mediante crowfunding, ese proyecto del que ya os hablé en cierta ocasión y en el que me inmiscuí porque me gustaba la historia de realizar un relato con aire creepy, cercano a Historias de la cripta.

Si esto os pilla de nuevas, en la sección de Libros publicados de esta misma web podréis encontrar más información.

El caso, que ha salido la primera reseña, en la web de El errante, y por lo que se lee ha disfrutado de la antología, dejándole un buen sabor de boca, y en concreto al parecer de mi relato, Cuidado con el perro. Todo un honor.

Os dejo el enlace aquí.

Y como viene siendo habitual, también os dejo la propia reseña a continuación:

Sweet Dreams es una antología de relatos de terror publicada mediante crowfunding. En ella participan los siguientes autores prologados por Alfonso Zamora.

Todos los relatos llevan una sencilla, aunque bonita, ilustración al comienzo de cada uno de ellos. Estos son los relatos y mi opinión sobre cada uno de ellos:

Cuando llega la noche – M. Angeles Calduch: Una estremecedora poesía que le da un aire diferente a la antología. 

Nunca preguntes a la oscuridad – Rubén Pozo: Un relato que, por momentos, transmite miedo con algo tan sencillo como el pánico a la oscuridad. y lo que en ella se esconde.

Cuidado con el perro – Víctor Blázquez: Una historia clásica de terror. Muy visual, como de cómic o película de los ochenta. Una pareja, un pueblo perdido de la mano de Dios y unos enigmáticos carteles. El que más me ha gustado de todos los relatos. Sobre todo por la forma de abordar el inicio y el final de la narración.

Atrapasueños – Javier Martos: Un relato perturbador, con violencia explícita, mostrando las dos caras de la mente de una persona. Es una historia que mantiene la intriga del lector desde la primera línea.

El desván de Víctor – AC Ojeda: Siempre me han gustado las historias adultas protagonizadas por niños. Stephen King o Cormac McCarthy son dos buenas pruebas de ello. En este caso AC Ojeda no se queda atrás y monta un relato muy sencillo, muy breve, pero no por ello menos inquietante.

Como podeís ver a mi me ha encantado esta antología, me la leí ayer del tirón, y os la recomiendo sin duda. No dejéis que esa portada os asuste 😉 No sé si, al ser crowfunding, se encuentra a la venta o no. En cualquier caso en Corazón Literario os podrán informar.