Prison

La primera fotografía oficial de la cuarta temporada de Prison Break nos deja bien claro que el rumor más laureado de internet está cien por cien confirmado: Tancredi regresa a la serie. Sí señor, y los fans guarrindongos, o sea, esos que en lugar de engancharse a una historia se enamoran de un personaje dándoles igual las consecuencias lógicas de la trama, están encantadísimos con su regreso… cosa que a mi me parece un puto engaño.
Vamos a ver… en la tercera temporada mostraron claramente la cabeza de Sarah dentro de una caja, se cargaron al personaje y a mi me pareció fenomenal, un gran giro de guión y adiós a un personaje que cada vez aportaba menos a la historia. Y ahora, cual guionista de «los Serrano» vendrán a venderme el cuento de que todo era un sueño, o que en realidad no era su cabeza sino la de una tía que pasaba por allí y se le parecía mucho. Cualquier bobada que hará que me den ganas de vomitar.
Menos mal que nos queda T-Bag. Y Mahone. Y el fichaje de Michael Rappaport que seguro está más que a la altura de la serie.
PD: Adri, tú que estás en Francia seguro no te has enterado, y te lo explico. El otro día le dieron carpetazo final a uno de los excrementos nacionales, Los Serrano, y lo hicieron de la siguiente manera: Resines se sube a un puente y se tira, para suicidarse, y en la siguiente escena se despierta en la cama junto a Belén Rueda y te dicen que todo lo que ha pasado durante los cinco años de serie ha sido un sueño…
Ajá.
En clase de guión creo que eso era un suspenso directo. Lo de contar una historia y cuando terminas decir «eh, que todo era un sueño» suena como «no tengo ni zorra de cómo acabar así que te digo que era todo falso y me quedo tan campante».
Venga ya…
Demagogos.
Menos mal que no era fan de Los Serrano, que si no…

Word Challenge

Bajo el aspecto de inocente jueguecito tontorrón se esconde la maldad más pura y rebuscada. Es el Word Challenge, un juego al que puedes jugar desde Facebook y que te permite hacer un ranking con tus conocidos y ver en qué puesto vas respecto a ellos.
El planteamiento es sencillo. Te proporcionan seis letras, vease para el ejemplo SCPEAR y te dan dos minutos de tiempo para que compongas cuantas más palabras puedas mayores de tres letras. Por las de cuatro te dan tiempo extra, por las de cinco más tiempo extra, y por las de seis, aún más. Y entonces, tu empiezas a teclear como poseso. Que si PESCAR, que si PERCA, que si CAER, que si SECAR, que si CESA, etc.
Sencillo, ¿verdad?
Claro, te lo venden como un juego para desarrollar la mente, un juego inteligente y entretenido, que lo es… pero también tiene un lado oscuro.
Yo empecé a jugar de coña. Le mandé el link a Adri para que se viciara también, y entonces empezamos a picarnos. Que si ahora yo he hecho más puntos que tu, que si ahora te he adelantado… Empezamos haciendo 4000 puntos, Adri rebasó la de los 10000 apenas una semana después, y a mi me costó cinco días volver a adelantarle y colocarme en los 11900. Y os lo juro, ahora necesito desintoxicarme, como un drogadicto cualquiera, porque de repente me he dado cuenta de que voy por la calle, leo en un escaparate MAPAS y empiezo yo solo a desglosar: que si PASA, que si MASA, que si AMAS… y así con todas las palabras que leo o pienso.
Eso sí, voy ganando yo de momento.

Fringe

El episodio piloto de Fringe se ha filtrado a la web y a estas alturas mucha gente habrá visto ya lo nuevo de ese extraño con gafas y pinta de no haber roto un plato y que resulta ser uno de los mayores genios mundiales en cuanto a rodear todo lo que toca de un aura de ficción mística. Un hombre cuyos misterios traen de cabeza a la mitad del mundo. Un creador de misterios natos. El creador de Felicity, Alias y Perdidos, el hombre capaz de causar tanta expectación con un subproducto como Monstruoso…
Y bueno, el episodio está bien pero no resulta nada del otro mundo, no llega a enganchar como lo han hecho otras series de este hombre y otras series en general. Carece de la fuerza inicial que tenía Perdidos, o Alias, o 24, o Prison Break… Fringe no deja de ser un nuevo Expediente X pero cuyos personajes carecen del carisma y la fuerza que tenían Mulder y Scully. Sí, el capítulo está bien, y tiene unos clifhungers interesantes, lo suficiente como para que me apetezca ver el segundo episodio, y tal vez el tercero, pero nada que me haga pensar que voy a engancharme sin remedio.
Habrá que esperar. Habrá que ver.
Supongo que J.J. tendrá algún otro AS en la manga.

Guerra Munial Z

Con el sobretítulo de «Un relato oral sobre la guerra zombie» se planta este libro en las librerías. Evidentemente, han de gustarte las historias apocalípticas, preferentemente de zombies, para disfrutar más de esta novela, pero desde luego que la idea, una vez llevas leídas treinta páginas, resulta absorbente.
Narrada mediante testimonios de todo tipo de personas que sobrevivieron a la guerra zombie, la novela va desarrollando las primeras fases de la epidemia, el descontrol mundial… e imagino que después el desarrollo de la contienda, pero aún no he llegado a esa parte. El caso es que esa forma de narrarlo te da una sensación de veracidad que consigue meterte aún más en la historia. Por increíble que resulte.
He leído que han comprado los derechos para la consabida versión cinematográfica y que Brad Pitt anda metido en ella. A ver que tal, porque como película me resulta un poco complicada…

Conciertazo

Getafe, 7 de Junio de 2008, Estadio Juan de la Cierva, miles de tipos vestidos de un predominante color negro, más teenagers de lo esperado y yo. El muy esperado regreso de Robe y su pandilla a los escenarios.
A las nueve en punto aparecen en el escenario el primero de los dos teloneros, unos tal «calaña», que con sus ritmos simpaticos consiguen crear un ambiente de buen rollismo con gente sentada por la pista del campo de futbol bebiendo cerveza y demás líquidos alcohólicos. A las diez, el segundo de los teloneros, un grupo llamado «Doctor deseo», que son ese tipo de teloneros con los que te dan ganas de gritar el nombre del grupo principal sin parar, para ver si se callan. Sin carisma, con una voz horrenda y un estilo musical que aún no sé si quería imitar a Héroes del Silencio o a La Unión. Quizás a ambos.
A las once debería haber empezado Extremoduro. No lo hizo hasta las once y media. Y cuando se subieron al escenario lo hicieron para entregarse al máximo y dar un mega-concierto lleno de clásicos y con tan sólo tres canciones del nuevo disco, una de las cuales, Breve introducción al caos, también fue coreada por todos, y las otras dos… pues nadie se las sabía.
Abrieron con un temazo: Deltoya (o lo que es lo mismo, echar de menos a Adri), tras la cual acabé tan jodidamente agotado de saltar y gritar que hasta se me pasó por la cabeza retirarme del mogollón para recuperar el aliento. Los años no pasan en balde. Me mantuve hasta el final, saltando, recibiendo empujones, y dándolos de vez en cuando, participando de las mareas humanas.. y aullando cosas como Golfa, Amor castuo (sí!!), Jesucristo garcía, Salir, La vereda de la puerta de atrás, Standby, A fuego, Pedrá, Donde están mis amigos… y por supuestísimo, Puta. A mi parecer, sólo faltaron La hoguera y Decidí. El resto, estuvieron todas.
Y ellos, sencillamente grandes.
Y todo esto a pesar de que el sonido era una puta mierda y saturaba en ocasiones, que conste.

Indy

Antes de que Adri me mate o me desherede del todo, voy a hablar sobre la última película de Indy, que a mi me hizo disfrutar como las antiguas. Vale, que no es tan buena como «la última cruzada», pero a mi me resultó entretenida. Así, rápidamente, haré un ligero resumen:
A mi el hecho de que vaya de alienígenas, cosa que tanto molestó a tanta gente, no me disgusta. Supongo que arte de la culpa la tiene el hecho de que siempre me hayan gustado esas historias, de que siempre me haya llamado la atención el area 51 y de que fuera fan de Expediente X en su momento. ¿Indy y alienígenas? Vale. Y por qué no. El arca perdida iba sobre espíritus, el templo maldito sobre vudú, la última cruzada sobre el caliz de la vida. Todo ello sobrenatural.
Más. Está rodada como una película de aventuras, de esas que se echan en falta en estos tiempos, y como tal me resultó de lo más entretenida. Si que es cierto que desde el principio te meten de rondón a un coleguita de Indy que juega a doble agente todo el rato y que hace que te preguntes quién coño es ese tio durante toda la película. Sí que es cierto que alguna escena se la podrían haber ahorrado, véase el Shia Labeouf tarzanesco y el coche-lancha-matamoscas, pero luego tiene escenas en la más pura línea Indy, como la pelea con el ruso gigante entre las hormigas carnívoras o la persecución en la selva con lucha de espadas.
¿Y Shia Labeouf? Pues mira que no es santo de mi devoción y aún tiemblo cuando pienso que será el protagonista de «Y, el último hombre», pero tampoco me disgustó. Es un compañero más de Indy, como lo fueron en su tiempo Tapón o Marcus (aunque sin la gracia de ninguno de ellos) con el añadido de que ahora es también su hijo… cosa que te importa un carajo desde el principio hasta el final, porque no afecta a nada en la trama y bien podrían haberte dicho que era hijo de Perry Mason que la película habría sido igual.
Por cierto, la escena de «papá está muerto porque Conery se negó a salir y lo saco en una foto dos segundos con una frase metida a palanca» es para matar a todos los responsables de la peli.
Pero en definitiva. Me resultó una peli entretenida y con ese gustillo a años ochenta que tanto echo de menos en el cine actual. Sí, Adri, sí, me gustó, y te aseguro que mientras avanzaba la película no podía dejar de pensar «Adri debe estar cagándose en todo…»

Al llegar la oscuridad (3)

A vueltas con el cortometraje, del que ya está editado la mitad. Por el camino que lleva, yo creo que durará unos quince buenos minutos. Lo de arriba es una muestra del storyboard que hice para el corto, con ese programilla llamado Frame Forge. Lo de abajo es dicha viñeta traspasada al mundo real, con actores de carne y hueso y en plena acción.

Al llegar la oscuridad (2)

Tras un largo rodaje, de esos que hacen historia, el corto ya está rodado e iniciado el proceso de montaje. Para abrir gustillo, aquí os dejo el primer fotograma extraído directamente del horno, tal cual, sin color correction ni leches.
Gracias a todos los que participasteis en esta aventura, por aguantar las largas jornadas y por haber hecho un trabajo tan bueno, tanto profesional como humanamente hablando. Un gusto trabajar con todos vosotros.

Al llegar la oscuridad

Mañana iniciamos el rodaje del corto. De momento el título provisional es «Al llegar la oscuridad». Hay mucho empeño metido en este corto, así que esperemos que todo salga bien, y la lluvia nos de un margen. El necesario para terminar los exteriores.
Ya os contaré…

Santander Ladrón Hispano, la saga continúa

Para los que no estáis al corriente de esta gran serie, aquí está el primer capítulo: link
Pues bien, al fin parece ser que se ha cerrado una de las series más impactantes de los últimos dos años. Tras la negativa dle banco a pagar un dinero que les había sido sustraido a ellos, el valiente Hopewell, pero insignificante cual diminuto mosquito ante semejante elefante multinacional, se dedica a escribir carta tras carta al susodicho banco, en busca del reembolso de su dinero. Nada. Pasamos al banco de España. Nada. La pelea sigue y sigue con cartas cada vez más largas y más llenas de anexos que no dicen nada, cada vez en peores tonos y formas, hasta que al fin, de repente y sin saber muy bien por qué, el banco decide devolverme lo que era mío.
Asunto resuelto. Ni daños y perjuicios ni leches. La cantidad exacta y ya me puedo dar con un canto en los dientes pues creí que nunca lo recuperaría.
En fin, que ya casi me había olvidado de lo sucedido, cuando de repente, llaman a la puerta dos guardias civiles que me entregan en mano una citación como testigo para el juicio contra el tal Miroslav, o sea, el búlgaro que se llevó mi pasta. ¿Dónde? En Málaga. ¿Cuando? Un martes.
Ni corto ni perezoso, Hopewell pide día libre en el trabajo, se compra el billete del AVE, se levanta a las cinco de la mañana, coge el tren, tres horas, llega a Málaga, busca el juzgado, lo encuentra, van retrasados así que hay que esperar tres horas y media antes de que empiece nuestro juicio. Veo al tal Miroslav, y yo que estaba dispuesto a escupirle en la cara y llamarle tres o cuatro cosas muy poco respetuosas, y me doy cuenta de que tiene una cara de acojone que no puede con ella. Que se joda, pienso. Empieza el juicio, y resulta que el tio acepta lo que pide el fiscal y por tanto yo ni siquiera llego a testificar.
O sea: Me gasto un dinero equivalente a tres días y pico de trabajo en un billete de AVE, me hago tres horas de ida y tres horas de vuelta… todo para nada. Porque de hecho es hasta dudoso que me paguen lo que me he gastado en «asistir al juicio».
En fin, que allí, hablando con los demás testigos encima me entero de «la verdadera historia de Miroslav», o sea, un Spin of en toda regla, y lo que viene a ser lo mismo, a mí me robó el tonto del pueblo. Porque solo quedan dos opciones, o Miroslav es el tonto del pueblo o lo sabía todo y no quiere delatar al jefe. Y sinceramente, me inclino más por la primera opción.
La historia es la siguiente: Roban a través de internet en dos cuentas, una de ellas, la mía. El banco lo detecta como un posible error en una transeferencia, que por casualidad haya ido a dar en la cuenta de Miroslav, un búlgaro por cierto con contrato de trabajo y afincado en españa de forma legal. Al notar que Miroslav ha sacado todo ese dinero de la cuenta, el banco decide ponerse en contacto con él para decirle «oiga, que ha habido un error y ese dinero no es suyo, devuélvalo».
Primera pista de que Miroslav es el tonto del pueblo: responde a esa llamada y cuando le dicen que ha habido un error con su cuenta, el tipo dice, «ah, ok, ahora voy para allá».
A esas alturas el banco ya sabe que se trata de un fraude. Nadie cree que vaya a aparecer por allí.
Segunda pista: Miroslav aparece, alega que ya no tiene el dinero, es arrestado y llevado al cuartelillo.
La historia que cuenta es la que sigue: un amigo que está en la cárcel le pide que se haga una cuenta porque él, al estar en la carcel, no puede hacérsela, y es que le va a llegar una cantidad de dinero y Miroslav podría sacarlo y dárselo, a cambio de quedarse con seiscientos euros.
Miroslav acepta y se abre la cuenta. Los hackers roban mi cuenta y la de otra chica y pasan el dinero a Miroslav, éste lo saca y se lo entrega, y por tanto, el único nombre que queda a la vista en tales operaciones es el suyo, y por tanto, es él quien acabará respondiendo ante la justicia, quien será arrestado y quien irá a juicio… todo por 600 euros de mierda.
¿Es o no es el tonto del pueblo?
La sentencia pedida por el fiscal y aceptada por nuestro irónicamente querido Miroslav: 8 meses de cárcel eludibles si devuelve todo el dinero y paga 8000 euros de multa. Más allá de lo irrisorio que resulta como pena ocho meses de cárcel, que tal y como está el país se quedarían en un mes o mes y medio, eso si llega a pisar la trena, ¿No os resulta curioso que mientras a mi y a la otra chica no se nos pagan daños y perjuicios, el estado pueda embolsarse una multa de 8000 euros que para nada repercutirían en nosotros cuando somos nosotros los afectados y víctimas del fraude?
Tócate los huevos. La serie debería llamarse «Gobierno Ladrón Hispano».
Por cierto, una pequeña curiosidad: si pones «Santander ladrón hispano» en google, te aparecen mogollón de enlaces a noticias sobre el banco santander central hispano, al que parece ser que no soy el único que tacha de ladrón. Y entre las diez primeras no sale este blog. Más allá no he mirado.
Salud!