No existen las portadas

Cualquiera que me conozca sabe que dibujo como el culo. Al estilo ecce hommo. Siempre cuento la misma anécdota: estando en la Universidad, un profesor me sacó a la pizarra para hacer un experimento, y mandó a otro alumno al pasillo. Entonces me dijo que dibujase en la pizarra un camello. Lo hice. Se quedó mirándolo un momento y me dijo «ok, siéntate y que salga otro porque si le digo que entre y mire esto, el experimento fracasaría».

Estuve de acuerdo con él.

El caso, que cuando llegó el momento de ir a publicar No existen los monstruos, Daniel Expósito me preguntó si tenía alguna idea para la portada. Le comenté lo que tenía en mente. Respondió «no flipes, anda, dime algo factible». Hicimos lluvia de ideas y le dije que los dos personajes principales de la portada tenían que tener una postura que tenía muy clara en mente. Le dije «puedo hacerte un croquis, pero te advierto que es posible que lo entiendas peor». Me dijo que adelante. Le mandé esto:

Lo verdaderamente cojonudo del asunto es que él entendió perfectamente lo que yo quería, y en unas semanas me mandó su primera versión de la portada:

La tipografía y la disposición del título es distinta. Hay un par de detalles más que cambiaron, pero bueno, en esencia estaba. Yo seguía fascinado porque Dani fuera capaz de trasladar mi dibujo a imagen. Él siguió trabajando y tras un par de «ponme esto de tal color», «cambia aquello» y «oh, yeah, baby» me mandó la que sería portada definitiva:

Pero Dani y yo somos muy frikis y encima coincidimos en un evento literario que tuvo lugar en Fuenlabrada. Y nos tomamos una foto…

Y todo para que él pudiera hacer esto:

Dani aún no había terminado. Aún me tenía una sorpresa.

El muy capullo.

 

 

Primera reseña de Destrucción Masiva, by Doctor Motosierra

Hace mucho tiempo que escribí El cuarto jinete, aunque solo hace dos años que lo publiqué. Fue pensado como un volumen independiente aunque su final, más o menos cerrado, invitaba a soñar con lo que venía después. Los lectores demandaron más, mi mente demandó más, y me puse a escribir. A esa primera novela le siguió El cuarto jinete: Armagedón. Y ahora, cerrando ciclo, El cuarto jinete: Destrucción Masiva.

Ha sido un viaje maravilloso. Ha sido un lujo escribir sobre todos estos personajes, dotarlos de vida y hacerlos danzar bajo mi lupa. He reido con ellos (ese Aidan Lambert en pelotas disparando a los zetas en el primer libro), he sufrido con ellos y he llorado por ellos. Decirles adiós, a más de uno abruptamente por el camino y entre gritos de pánico y dolor, ha sido doloroso… aunque necesario.

Ha sido un placer.

Y ahora, Doctor Motosierra me trae la primera reseña de este tercer libro de la saga. El que pone el punto y final. Y la reseña es cojonuda por doble motivo, uno hacia mí porque me deja muy pero que muy bien, y otra hacia los lectores porque consigue hacer la reseña sin caer en ni un solo spoiler. Por mi parte, solo decir que, con que solo una persona pueda decir en algún momento que la mía es la mejor saga Z para él, ya me llena de orgullo.

Tenéis la reseña en su blog, pero también la pego aquí:

Fue a los pocos meses de comenzar un prometedor 2012 cuando una voz, extraña para mi en esos tiempos me dijo, casi susurrando una coletilla que me perseguiría hasta hoy. «Ven, acompáñame» fueron sus palabras. No sabría decir si su tono de voz denotaban ruego, consejo o incluso cierto deje de orden. La cuestión es que hice de tripas corazón y agarré el tomo del libro del que venía esa voz. EL CUARTO JINETE se titulaba, y un tal Víctor Blázquez firmaba la obra. Me encogí de hombros y me dirigí con el susodicho libro a la caja para pagar mi nueva adquisición. No esperé a llegar a casa para seguir a esa misteriosa voz a Castle Hill, sino que fue en el autobús donde abrí la primera pagina…

… Y sin saberlo ya estaba perdido.

EL CUARTO JINETE me trasladó a una nueva dimensión del genero Z al cual me estaba volviendo tan adicto. Sus personajes, tan próximos a uno mismo, como si guardaras en tu mente una imagen clara de cada uno de ellos, amando a unos, aborreciendo a otros, el extraño narrador que te guiaba por cada uno de los rincones de ese pequeño pueblo condenado y, sobre todo la inyección de adrenalina que suponía su lectura. Zombis despiadados, veloces, guiados por un escritor en ocasiones mas cruel que ellos mismos convirtió a esta novela en uno de mis preferentes y, sin duda de mis favoritas del género.

¿Y no va el tío y se saca, un año mas tarde una secuela de la manga? Pues si, EL CUARTO JINETE: ARMAGEDON llegó, vio y venció, ofreciendo todo lo que prometía. Mas acción, mas drama, mas ansias homicidas hacia el autor en un viaje que nos llevaría desde los Ángeles a Half Moon Bay y donde quedó mas que afirmado ese dicho que reza que «El hombre es un lobo para el Hombre»

Marzo del año 2014. Casi exactamente dos años desde la aparición en nuestras librerías de la saga aparece EL CUARTO JINETE: DESTRUCCIÓN MASIVA. Un ladrillo de 560 paginas al que miramos con aire de superioridad lanzando de manera despectiva la pregunta «¿Acaso crees, a estas alturas, que vas a sorprenderme?¿Aun tienes algo que contar?¿No seras acaso un vano intento de superarte a ti mismo?»
La respuesta la sentí como un martillo de demolición impactando directamente en mis dientes

Esa voz, esa maldita voz que me atrapó y me sedujo hace dos años había vuelto, y ahora, orgullosa de si mismo me pometía el viaje de mi vida, una traca final de las que terminas sin respiración y como una droga que, aun sabiendo que es perjudicial para la salud no dudas en pedir mas y mas.

Esta nueva entrega nos devuelve, relativamente al punto en que concluye ARMAGEDON. Digo relativamente porque se nos presenta a un nuevo grupo de supervivientes con origen en Portland (Debe ser porque a Víctor se le acababan los supervivientes y necesitaba carnaza para sus mas atroces ocurrencias) compuesto por una serie de personajes que demuestran que el autor no ha perdido ni un ápice de habilidad en otorgarles vida propia a cada uno. Así, a diferencia de otras novelas que nos presentan un personajes curradísimos y otros tan huecos que prácticamente nos dejan sin dudas sobre quien muere y quien no, en la saga de EL CUARTO JINETE el mejor consejo que puedes seguir es «No simpatices con nadie, si no, la despedida va a ser mas dolorosa».

Así que iremos de un lado a otro, cual pelota de tenis, entre las peripecias de este nuevo grupo y las penurias de nuestros antiguos amigos que dejamos clamando al cielo por un respiro en la anterior entrega. Y no, como habréis adivinado no habrá apenas respiro en la lectura. Y no solo por la constante amenaza de los muertos vivientes, que va. Aquí el señor Blázquez es capaz de hacer que te muerdas los dientes mientras narra como Dora la Exploradora pide un bollicao en los chinos, porque nunca sabes por donde te va a salir.
Porque lo que también sera constante en esta historia no será solo la acción, sino el factor sorpresa. Cuando crees que un personaje ya lo ha dado todo de si, alguien borra el lienzo y te muestra una nueva imagen bajo un mismo nombre. Los capítulos están estructurados para que necesites leer uno mas, y luego otro y otro.
Y riete tu del barbas de CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO. Víctor Blázquez se ha convertido en un maestro del odio del lector, pasando por encima de nuestros sentimientos como un bulldozer lo haría sobre algodón de azucar.
… Lo pensé, lo medité y finalmente me reafirmé. Para mi, la trilogía de EL CUARTO JINETE es sin duda la mejor saga de zombis que se ha escrito hasta ahora (Y no es peloteo). Muy por encima de otras archiconocidas como LOS CAMINANTES, APOCALIPSIS ISLAND o APOCALIPSIS Z. No voy a reseñar mas detalles de la novela porque sería como meterme en un campo de minas donde cada una llevara grabada la palabra «Spoiler». Solo me queda, no animaros, sino rogaros que no dudeis en descubrir la gran obra que Víctor Blázquez nos ha servido en bandeja.

 Pero cuidado. Este plato muerde.

No existen los monstruos by Doctor Motosierra

El Doctor Motosierra se ha lanzado a reseñar mi novela de la línea Stoker, No existen los monstruos, y me hace salir bien parado de la jugada en la Checoslovaquia invadida por los nazis. Podéis leer la reseña en su blog, o bien aquí mismo:

Hay ocasiones en las que hablar sobre un libro que otros aun no han leído se convierte en una herculea prueba donde no decir nada que destripe parte de la trama es casi imposible. Así pues, intentaré centrarme en la impresión que causa tocando lo mínimo posible la historia en si.

Creo que hemos llegado al punto en que podemos decir que Víctor Blázquez es un escritor que ya no necesita presentación. NO EXISTEN LOS MONSTRUOS es su cuarta novela en apenas tres años. Es el culpable de dejarnos al borde del infarto con EL CUARTO JINETE y EL CUARTO JINETE: ARMAGEDON. Se ha atrevido con una mas que inusual invasión alienígena con ORILLA INTRANQUILA (Dejándonos a muchos con cara de gilipollas bizcos  y contrariados, pero para bien) y ahora nos presenta una perfecta fusión de historia bélica y terror dándonos una perfecta lección de que a veces la historia real es mas terrorífica que los relatos ficticios que nos hicieron dormir con la luz encendida.

La novela nos traslada a una Checoslovaquia de 1942, a una Praga sitiada por los nazis. En este viaje acompañaremos a miembros de la resistencia con el objetivo de atentar contra una de las piezas claves del ejercito aleman.  Mientras tanto, una serie de atroces crímenes tienen en vilo a todo un país ya de por si aterrorizado por la svastiva.
Vale, es posible que no estemos ante un escenario o plano temporal innovador. Relatos de terror con tintes sobrenaturales ambientados en la segunda guerra mundial han aparecido ya en las estanterías de todas las librerías, desde el clásico títutlo de F. Paul Wilson LA FORTALEZA hasta la reciente EL ULTIMO PASAJERO de Manel Loureiro.

En NO EXISTEN LOS MONSTRUOS, Victor va mas alla, lejos de tratarse de una historia llena de momentos paranormales, fantasmas o deidades místicas venidas de otro planeta, la sensación que tenemos a lo largo de la lectura es que estamos ante un libro de género histórico debido a lo humano de las situaciones (a veces mostrando su lado mas cruel) e incluso por su crudeza. Pero joder, lo que mas me sorprende es la calidad de la obra teniendo en cuenta al mismo tiempo la velocidad con la que el escritor nos regala sus historias.
No van a faltar esas influencias a autores de género que tanto engrandecen su estilo propio, incluso me atrevería a decir que un George R. R. Martin en un mal día se ha sumado a estas inspiraciones. Lo comprobareis cuando, a medida que avancéis en la historia, empecéis a tener deseos de practicar con Víctor las mas horribles e inimaginables torturas.

Si. Es la primera vez que vemos a este escritor sumergirse en un marco histórico real, y lo hace sin hacerse ningún rasguño (de eso ya se encargan los protagonistas de sus obras) y sin sacrificar todo aquello que le ha ayudado a buscar un lugar destacado dentro del saturado panorama literario actual.  Desde sus numerosos personajes, todos ellos bien definidos, escenas de acción que te explotan en la cara cuando menos lo esperas y situaciones de terror donde no se deja de notar ese punto de mala leche que parece que el autor guarda en alguna caja cubierta de cadenas, en un almacén gigante junto a no se que arca de la alianza y que se encarga de ir sacando gradualmente para rociar con ella cada una de sus obras.

En definitiva, si te gustan las historias ambientadas en la segunda guerra mundial y los relatos de monstruos (Aunque a veces los reales superan tristemente en crueldad a los ficticios) NO EXISTEN LOS MONSTRUOS merece un puesto de honor en tu biblioteca.

Destrucción Masiva

Y estña, ya es oficial, hoy es posible encontrar en algunos sitios (al resto irá llegando) El cuarto jinete: Destrucción masiva. Final de camino para la trilogía iniciada en Castle Hill, un viaje sangriento y adrenalínico que va a hacer que os tiréis de los pelos en más de una ocasión. Puse todo de mi parte para que sea así… 🙂

Y para celebrar la salida del libro, hoy me ha llegado al facebook un comentario de una lectora, Laura Blasco, que acaba de terminarse El cuarto jinete, el primer libro. Y como me ha hecho ilusión, aquí os dejo sus impresiones:

El Cuarto Jinete de Víctor Blázquez.
Me lo acabo de terminar de leer, se que he tardado pero no por que el libro no me gustara si no por tiempo, entre bufandas, lumbago fallas y otras cosas me lo he leído a trozos y me ha dado mucha rabia leerlo así por que el libro es tremendamente genial!
Al principio me chocó y se me hizo raro leer el como te va presentando el escenario y a los personajes llevándote de la mano como si fueras una especie de dios que desde arriba lo ve todo y se puede mover por donde quiera para parar, rebobinar y darle al play en las situaciones, nunca había leído ningún libro que estuviera contado así pero me ha parecido súper original por ello.
Luego la forma de narrar, se que cuando fui a la presentación de postales dijiste que era como si estuvieras viendo una peli y es verdad, la acción no para, le he cogido cariño a personajes con los que me has hecho sufrir, reir, pasarlo mal, incluso hasta llorar.
Y cuando parece que todo se ha arreglado BOOMMMM! te quedas con ganas de mas!
Hace tiempo que no leia un libro y lo terminaba, y lo cerraba y hacia, bufff que guay!!!
Asi que ahora a ahorrar para poder comprarme el cuarto jinete armageddon, a quien le gusten los zombies y las historias bien contadas, ¿que esperáis a leerlo?

El cuarto jinete: Armagedón en Walkingdead

En walkingdead.es han reseñado El cuarto jinete: Armagedon, y el resultado es muy favorable. Una novela en 3D que prepara el camino, sangriento, que recorreréis en Destrucción masiva. Pronto, muy pronto.

Los muertos de Víctor Blázquez. De entrada pido perdón pero ni mucho menos quiero sonar despectivo. Si me preguntaran qué es lo que más me ha impresionado de la novela de este autor, y un motivo convincente para recomendar la novela, contestaría eso. Porque estos zombis no son unos zombis cualquiera. Se alejan del zombi clásico de Romero y se acercan más a la frescura de Boyle y Fresnadillo, es verdad, pero aquí hay algo más.

El Cuarto Jinete: Armagedón” te abre una puerta a lo que no te contaron The Walking Dead o 28 Días después, ni siquiera lo que ocurrió al final del primer film de Resident Evil, cuando Alice sale del hospital con el apocalipsis instalado en las calles. Tampoco se da muchos detalles del tema en otras obras, como por ejemplo Los Caminantes de Carlos Sisí. ECJ:Armagedón es ese tramo del apocalipsis que estas historias se saltaron, que decidieron obviar y empezar ya con el mundo patas arriba. Aquí está el “algo más” de Víctor Blázquez: él se remanga hasta los codos y se mete de lleno en la faena.

En “El Cuarto Jinete“, Castle Hill fue el conejillo de indias que usó para dar rienda suelta a su idea, a su particular teoría del apocalipsis Z. Su zona cero. Siempre he dicho que esa novela fue para mi como un libro en 3D. La tecnología de hoy en día consigue (si pones un poco de tu parte, claro) que puedas sentirte dentro de la película, con el sonido envolvente y las gafas de 3 dimensiones. La narración de la novela de Blázquez consigue un efecto parecido. Es una narración fresca y (y no exenta de riesgos) pero creo que se ha conseguido una combinación acertada, implicando al lector en un escalón más de lo que otras novelas proponen. Esa línea narrativa se mantiene en la segunda novela, y con continuos guiños al lector, en honor a su fidelidad para/con la primera novela.

Pero como hemos dicho, si Castle Hill fue el punto de partida, ahora el objetivo de nuestra cámara se eleva decenas de kilómetros en el aire para ampliar su radio de visión, lo que provoca que podamos contemplar un mosaico más variado del efecto del virus. La historia se extiende en su mayor parte a Los Ángeles, pero también nos desplazamos a otras zonas de Estados Unidos. Vemos la caída de la nación más poderosa del mundo, y os podéis imaginar el resto. Ya sabéis el dicho: cuando USA estornuda, el mundo se resfría. Eso sí, los que esperábamos con ganas leer nuevas aventuras sobre Mark y Paula nos llevamos una pequeña decepción, ya que esta novela es un gran puzle lleno de historias variadas, y ellos apenas son una pieza un poco más grande que las demás. En ese enorme mosaico, tampoco ha faltado el guiño del autor a algún personaje de The Walking Dead, que a poco que tengáis un ojo entrenado como el de Brad Blueman os daréis cuenta.

Otro de los encantos de esta novela, es ver como Víctor Blázquez juega su particular partida de ajedrez. Le encanta, y se nota. Se nota cuando vemos con el detalle con que explica la situación y posición de cada uno de los personajes. Dispone las piezas sobre el tablero para, acto seguido, soltar una horda de muertos y ver como se desencadenan los hechos. Si por mala suerte tiene que morir algún personaje que nos gustaba, no es su problema, son las reglas del juego.

Por último, y aunque parezca complicado, también hay lugar en esta novela para historias humanas. Historias que normalmente no encontrarás en una novela de zombis, donde la prioridad suele ser sobrevivir a los muertos y por Dios no oses pedirle más a esos pobres personajes que ya están sufriendo lo suyo. Realmente hay momentos en que te llegas a cuestionar si estás leyendo una novela z, y necesitas cerrar el libro, mirar la portada y comprobar que no te has equivocado al cogerlo de la estantería. Pero Víctor da un giro de tuerca más en este sentido y nos da una tremenda lección que a muchos se nos pasaría por alto. Cuidado con los vivos, podría ser el mensaje oculto. Y probablemente (conjeturas), veamos mucho sobre ésto en la tercera y última novela: ECJ:Destrucción Masiva.

Tras leer la novela, después de ver la ferocidad con la que se mueven los zombis de Víctor, y la frialdad con la que actúan algunos de los personajes, no volveré a creer jamás en la vida a nadie que me diga que no existen los monstruos. A menos que lo diga un Alien, claro. Entonces va a misa.

No existen los monstruos en Cruce de caminos

En Cruce de caminos han leído No existen los monstruos y les ha fascinado. Gran noticia, por supuesto. Os dejo aquí la reseña que han hecho:

Creo que he leído todas las novelas que ha publicado Víctor Blázquez hasta el momento: El cuarto jinete, El cuarto jinete: Armagedón, Orilla intranquila, y ahora está magnifica No existen los monstruos, que os quiero avanzar que para mí es la mejor de las cuatro, la que más me ha cautivado, la que con más intensidad he leído, la que menos ganas tenía de que se acabara.
Había leído la reseña de Emilio Alcorze, uno de los lectores cero de la novela, y me impactó. Recuerdo que le pregunte a Víctor directamente: Dice Emilio que es tu mejor novela. ¿Tú lo ves como él? Y recuerdo que me dijo lo que me tenía que decir, que él como padre de las criaturas les tiene igual cariño a todas y que no puede decir que una sea mejor que las otras.
Pero una vez acabada la novela y leyendo la nota del autor y de nuevo hablando con él, reconoció que a este No existen los monstruos le tiene un cariño especial, digamos que sería su ojito derecho, y eso se nota en su escritura.
 
«El mejor truco que inventó el diablo fue convencer al mundo de que no existía. »
 
Creo que la fuerza de la novela radica en dos hechos fundamentales: la mezcla de dos géneros que siempre son atrayentes: la novela histórica y la novela policiaca o criminal. En palabras del autor, No existen los monstruos es thriller histórico con toques de criminal y fantástico y yo compro esa etiqueta, pues las he vivido todas.
Pero estaba hablando de su fuerza.
Creo que otro elemento importante es el cómo interactúan las historias, la histórica y la criminal. En un principio la primera tiene preferencia por la segunda, poco después es la segunda que pesa sobre la primera: es un gran momento de la novela y donde Víctor demuestra que tiene camino por explorar en ese género; y finalmente es de nuevo la histórica la que toma la batuta para acabar con una de esas escenas bélicas y de acción que son tan del estilo de Víctor, aunque os tengo que decir, que siendo como es una novela en medio de la Segunda Guerra Mundial, no tiene muchas escenas bélicas y sí más búsqueda, interacción de personajes, sentimientos, y a mí me ha gustado mucho así.
 
«Cuando se mira al abismo durante mucho tiempo, el abismo también mira dentro de ti. »
 
Mientras leía, sobre todo la parte histórica, tenía ganas de saber si aquello que estaba leyendo sucedió así, se todo aquello era real. Me contuve para no generarme un posible spoiler a mi mismo y esperé a la genial nota de autor, como se agradecen, que culmina el libro. En ella podréis casi tocar a Víctor, os explicará las motivaciones que tuvo a la hora de escribir la novela, que no son banales, y también os pondrá en antecedentes sobre lo que es real y lo que es ficticio.
 
Placa que se encuentra en Praga y que recuerda a algunos de los protagonista de la novela
 
«Los crímenes pequeños los persiguen los perros y los policías pero los grandes los reverencian los historiadores. »
 
Y una vez leída la nota, echas la vista atrás y piensa: ¿de verdad? Y se te llena el cuerpo de odio y de rabia.
«Los alemanes llegaron a separar a tres niños […] Tres chicos rubios que consideraron aptos para la germanización. El resto del pueblo fue acribillado […] y después varios soldados avanzaron entre los cuerpos disparando a los moribundos para rematarles.»
 
¿Cómo pudieron llegar a ser así de crueles los nazis? ¿Para qué tanto fanatismo? ¿Qué culpa tuvieron todos los que asesinaron?
Novelas como las de Víctor que nos explican un pequeño momento de esa horrorosa Guerra deberían seguir escribiéndose para que no caiga en el olvido, para que sigamos siendo conscientes de lo que pasó, de cómo pasó, y quizás así prever para que no vuelva a suceder.
 
Iglesia de San Cirilo y San Metodio escenario de unos de los momentos épicos de la novela
 
No quisiera acabar la reseña sin destacar el trabajo de la editorial Dolmen al crear la colección Stoker que nos está dando más de una alegría y que espero nos las siga dando.
 
Y ahora sí toca cerrar recomendándoos la lectura de esta novela por lo emotivo del momento, por el trabajo de Víctor, por su parte criminal, por la histórica, por su ritmo de menos a más, por esos monstruos que no empeñamos en no ver, pero que están a nuestro alrededor.
¿De verdad pensáis que los monstruos no existen?

No existen los monstruos en FantasyMundo

En FantasyMundo han reseñado hatsa la fecha todos mis libros (y creo que también todas las antologías en las que he participado). La verdad es que he salido bien parado de todas las reseñas, y este es un nuevo ejemplo. No existen los monstruos, al reseñador de FantasyMundo, le ha parecido irregular pero en conjunto le ha parecido una buena novela. Os dejo con su texto (ojo, en mi opinión contiene algunas pistas un poco spoiler, así que leed bajo vuestra propia discrección):

No existen los monstruos» es una novela enmarcada en la Segunda Guerra Mundial, en la Checoslovaquia subyugada por los nazis y en la que se entremezcla thriller, terror y alguna cosita más, a través de dos tramas totalmente distintas que siguen caminos paralelos pero que llegados a un punto, llegarán a tocarse.  No me extenderé sobre su sinopsis, ya que ya os la presentamos debida y ampliamente –incluyendo algún secreto de la misma–en la entrevista que realizamos a su autor el pasado mes de noviembre y a la que podéis acceder pinchando aquí.

Hablo del valor de los hombres que luchan contando tan solo con sus creencias y sus compañeros. Hablo del miedo que le tenemos a aquello que no controlamos, del amor… y de la existencia, o no, de los monstruos.

Asi que comencemos con los hechos consumados. El primero es que pese a que el titulo del libro esgrime que NO, da la casualidad que sí.  Existen los monstruos, vaya que sí, y de carne y hueso. Ejemplos hay tantos como pepinillos en vinagre. No hay más que elegir una edad, una siglo, un año, un acontecimiento histórico y un par de indiviudos (o individuas). Víctor ha elegido edad: la contemporánea, un siglo: el XX, un año: 1941 (y el mes de Diciembre, aunque EL acontecimiento ocurrió realmente en mayo del 42), un acontecimiento histórico: la Checoslovaquia ocupada, y un par de -despreciables- personajes: por un lado Reinhard Heydrich, «el verdugo de Hitler», ideólogo de la Solución Final.  Un maldito bastardo (ríete tú de los de Quentin Tarantino), fiel marido y mejor padre. Según Joseph Goebbels (otro maldito bastardo) el “más radical y exitoso perseguidor de todos los enemigos del Reich”. Por el otro, un asesino en serie que tiene a la ciudad de Praga atrancando puertas y ventanas y no sólo para esconderse de los nazis. Un asesino que –en principio– es de carne hueso, camina erguido, y destripa y descuartiza con un elemento cortante de precisión quirúrgica, ¿o quizás es una brillante garra eso  que reluce a la luz de la luna mientras se forma un charco de sangre? tal y como aseguran algunos otros.

Como Checoslovaquia es muy grande (una superficie de casi 80.000 km2 y algo más de 10,5 millones de habitantes), Blázquez centra la acción de la novela en Praga, ciudad bella como pocas, tristemente afectada, en un mismo siglo (el XX), por dos guerras mundiales y vícitima de las iras de al menos tres auténticos carniceros: el citado Heydrich, -“tan temido era, que él mismo consideraba imposible que alguien se atreviera a atentar contra su persona”- Karl Frank y Kurt Daluege, responsables estos dos últimos, de perpetrar la matanza y destrucción, hasta los cimientos, de los pueblos checos de Lídice y Ležáky como represalia por la «Operación Antropoide«.  Creedme si os digo que esta lección de historia está relacionada directamente con la novela.

¿Qué que es la «Operación Antropoide»? Pues deja que Víctor Blázquez te lo narre –¡ojo!, a su manera– en una de las dos tramas de «No existen los monstruos«: Un septeto de partisanos entrenados por la inteligencia británica descienden en paracaídas sobre Praga en una fría noche de invierno del 41. Su objetivo es perpetrar el atentado a uno de los más poderosos y temidos jerarcas nazis: el Teniente General Reinhard Heydrich, Jefe de la Gestapo, Director de la Oficina Central de Seguridad del Reich y máximo mandatario del Protectorado de Bohemia y Moravia. «En Praga hay dos personas que representan el exterminio. El líder sudeto-alemán, Karl Frank, y el recién llegado Heydrich. Es necesario que uno de ellos pague por ello» esta es la orden que, realmente, el Jefe del Servicio de Inteligencia checoslovaco dio a Jozef Gabcík uno de los líderes partisanos (en la novela, Josef Gabcik).  A bordo del avión Halifax que vuela con nocturnidad y por debajo del umbral de los radares, viaja un octavo pasajero, y por suerte para los nazis, no es el tierno Alien, sino un misterioso americano llamado Sean Cassidy (¿homenaje al famoso ladrón de bancos y trenes Butch Cassidy?) ajeno a la misión partisana pero con un objetivo muy claro en la ciudad y que por supuesto no desvelaré.  Quién es, que hace allí, que le motiva… son todo incógnitas, salvo su oficio: es un cazador y en Praga tiene trabajo. Sean Cassidy es el leitmotiv de la segunda línea argumental de esta novela, la parte más… línea Stoker.

Foto Víctor BlázquezEl primer capítulo es esencial. Si a los lectores no les gusta, no leerán el resto del libro”, y esto es algo que el autor ha explotado en cada una de sus novelas, las cuales siempre comienzan de forma frenética, adrenalítica, toda una declaración de intenciones de que en ellas no habrá tiempo para un picnic.  Este primer capítulo que vamos a encontrarnos ya nos mete el miedo en el cuerpo, al caminar de la mano de Lenka por un sombrío y vacío parque. “El capitulo dos es muy importante. Debe ser incisivo, contundente, un derechazo en la mandíbula de los lectores”, y es por ello que Víctor opta por la escena del inicio de la misión en plenas líneas enemigas. Hasta aquí todo perfecto, todo muy… Víctor Blázquez.  Ya en la entrevista le cogimos ganas al libro y una vez pasados estos dos primeros actos las ganas se acrecentan aún más, lamentablemente esta percepción se va diluyendo poco a poco con el devenir de las páginas, salvo en la parte final, por algunos motivos que intentaré aclarar.

Al Cesar lo que es del Cesar, y a Blázquez lo que es de Blázquez: es su novela más ambiciosa, adulta y compleja hasta ahora y lo que ha intentando no es nada fácil y eso es muy meritorio, pero mi opinión es que no ha terminado de funcionarle. Se ha servido de dos líneas argumentales que por si solas ya son lo suficientemente interesantes y desarrollables en novelas independientes, y las ha fusionado en una sola con descompensado acierto.  Las dos tramas, aunque comienzan teniendo un peso específico y repartido cada una, poco a poco una se diluye, se ve engullida por la otra, dejando a la “merendada” como una simple anécdota. Algo así como intentar fusionar en una sola película de 120 minutos las tramas de, por ejemplo, “Zodiac” (de David Fincher) y “Valkiria” (de Bryan Singer), y esto no sería posible sin que una perdiera la mayor parte de su peso específico.

Imagen iglesia tiroteada NELM

Y es que creo que al libro le faltan páginas, se queda corto para poder desarrollar completamente ambos episodios y que brillen con luz propia. Posteriormente en los créditos el autor comenta que se dejó llevar por la segunda línea argumental y me parece perfecto. Este libro pertenece a la colección Stoker, no al Canal Historia, pero es que sobre la novela flota como un halo de “precipitación”.  Todo lo que ocurre, ocurre demasiado deprisa, Víctor confiesa que es la novela que más tiempo ha fermentado en su cabeza y que le apasionaba sobremanera, y quizás esas ganas de dejar salir todas las ideas largo tiempo aprisionadas, ha roto la válvula de escape, saliendo todas disparadas.

Por ejemplo, pese a que el autor ha recortado deliberadamente el tiempo de duración de la «Operación Antropoide» (se desarrolló históricamente durante 6 meses) a un solo mes, de alguna manera esto tiene que quedar reflejado en la novela, sin embargo la sensación que tienes -que yo he tenido- es que desde que los partisanos se lanzan en paracaídas hasta la culminación del atentado, pasan dos o tres días. Apenas se desarrollan los personajes de esta primera trama –no he empatizado con ninguno y no he terminado de saber que quería transmitir con ellos el autor– y eso que algunos son realmente importantes; y a otros simplemente se les nombra: Silver A y Silver B son entes totalmente testimoniales.  La excepción es Rela Fafkova, mujer ardiente, salvaje y brava que de alguna manera une las dos tramas y que me ha hechizado, encandilado, de principio a fin. También estoy de acuerdo, y lo sabía desde un principio, que no se trata de una novela histórica al uso, pero para evitar que otros amantes, o simples conocedores, de este episodio de la Segunda Guerra Mundial no juren en arameo por “ciertas” licencias al servicio de la ficción, la coletilla “basado (o inspirado) en hechos reales” mejor destacarlo en la novela antes de comenzar, como ocurre en el cine.

La parcela de terror tampoco está exenta de “pelillos”. Por una parte Cassidy –personaje este que sí está bastante bien desarrollado en todos sus sentidos– pisa por primera vez en su vida Praga, pero leñe, se mueve por allí como si fuera autóctono del lugar, y sin apenas cruzarse con patrulla nazi alguna pese a estar sometida la ciudad al toque de queda.  Al romance le sobran escenas y detalles que le hubieran venido de perlas, por ejemplo, a la figura de Heydrich personaje este que en la novela es mayoritariamente esbozado como un cabeza de familia cariñoso y ejemplar marido, lo que, para aquellos que desconozcan completamente la historia de este personaje o lo hagan muy levemente, puede llegar a crear confusión, no pareciendo el León tan fiero como lo pintan.

Me gustaría aclarar que los aspectos menos positivos no dejan de ser pequeñas gotas turbias en un mar cristalino, y que si lo destaco es porque el autor nos -me- tiene acostumbrado a un trabajo ejemplar, por ejemplo en cuanto a la construcción de los personajes, y a la transmisión de sensaciones.  El resto de «No existen los monstruos«, pues muy marca de la casa: gran trabajo de documentación sobre la ciudad, el escenario, el atentado. Tensión in crescendo -pero desigual- alrededor de las dos tramas, un último tercio de novela que devoras con ahínco, un final perfecto –lo que más me ha gustado– muy acorde a los finales del autor, y una identidad del asesino totalmente inesperada.  Y es que en este punto, cobra todo el sentido una de las mejores frases de la novela: “Si vamos a pensar locuras hagámoslo a lo grande”, y si lo hacemos en una novela que conjuga thriller, acción, suspense, heroísmo, amor e incluso terror, la locura quedará gigantesca ¿no?

Grge_dixit
: “No existen los monstruos, príncipe”. Pero sí, sí existen, y lo hacen para que también lo hagan los hombres buenos que vayan tras ellos. Ten cuidado al bajar de la cama a oscuras, puede que el duende que habita debajo… ¡te coma los dedos!.

Dos nuevas reseñas de La historia se escribe con Z

Pues han aparecido dos nuevas reseñas de la antología La historia se escribe con Z. Y en las dos, mi relato Asedio sale bien parado, así que no puedo quejarme. Las reseñas son de Chica sombra y Athnecdotario incoherente. De la del Athnecdotario incoherente os voy a dejar solo el trozo en el que habla de mi relato, porque la reseña es muy larga y ahonda en todos los relatos. Si queréis echarle un ojo, pasaos por su página.

La de Chica sombra:

Los libros de zombies son un imprescindible en mi estantería y todos los meses leo uno o varios libros de este género. Pues bien, Historia se escribe con Z es distinto a todo lo leído. 
 
Es una recopilación de relatos de varios autores que nos transportan a distintos momentos muy conocidos de la historia mundial: los apóstoles, astronautas, los mayas, los romanos, los Beattles… hay de todo y para todos los gustos. Cada uno de los relatos tiene algo que lo hace único y original, algunos más sangrientos, otros más irónicos… todos tienen algo que atrapa y que gusta. Tengo mis favoritos sí, pero esos los diré al final.
 
Tiene autores que ya conocía y que me encantan, como Daniel Gutiérrez, y otros que he descubierto y que me han sorprendido mucho. Los relatos están muy bien escritos, con descripciones muy buenas, transportándonos a cada una de las épocas con una habilidad y facilidad estupendas. La edición es simplemente maravillosa: me encanta la portada (es perfecta), hay una ilustración muy chula para cada relato y la ortografía está muy bien cuidada. Da gusto leer un libro así. Es una lectura rápida, pues los relatos enganchan y son cortos, pero aún así es espesa y llena. Me explico: cuando acabas un relato, no te quedas con la sensación de que ha sido corto o de que le ha faltado algo. Están bien conforme están.
 
Como ya he dicho, me han gustado todos en general, pero me gustaría destacar Los brujos del agua y Beatlemanía. El primero porque me tenía enganchadísima la historia y el segundo porque soy una fan incondicional de los Beattles (culpa de mi señor padre).
 
Si sois fans de los zombies, no puede faltar esta antología en vuestra colección.
Y la de Athnecdotario incoherente:
-Asedio, de Víctor Blázquez: Un relato que ha llegado a emocionarme. Leerlo con una banda sonora digna de fondo, puede ser épico. La tesitura en la que se encuentran los caballeros, atrapados en el castillo junto a su gente, su pueblo, aquellos a los que han jurado defender, asediados por la horda, requiere de un desenlace a la altura. Un plan suicida, pero un plan al fin y al cabo.  Cualquier cosa antes de limitarse a dejarse morir de hambre. Por una vez y sin que sirva de precedente, hubiera deseado que el final fuese distinto. La descripción de la batalla, el cuerpo a cuerpo, espadas y lanzas contra la carne putrefacta que se niega a caer, me ha parecido brutal y pagaría por ver algo así en el cine.  Otro de los relatos más potentes.

No existen los monstruos en La casa de El

Leer en una reseña «Sin duda alguna es un escritor entre escritores, que maravilla con su prosa directa y que además…» es algo que me deja sin palabras. En general toda la reseña me causa ese efecto. Es evidente que me alegra ver que mi novela ha gustado tanto a alguien como para considerarla imprescindible. Me enorgullece.

La reseña es de La casa de El, podéis leerla en su web pinchando en el enlace, y también os la copio a continuación:

No existen los monstruos es una apasionante aventura a modo de thriller y sorprendentemente basada en hechos reales que nos atrapan para contarnos la historia detrás de unos misteriosos asesinatos y la búsqueda y obsesión de nuestro protagonista, Sean Cassidy, en atrapar a un asesino en serie que puede tener conexión con su pasado atroz.

Así que tenemos dos frentes, por una parte el intento de un atentado contra uno de los hombres clave del tercer Reich, llevada a cabo por unos ciudadanos rebeldes de origen checoslovaco, que quieren liberar a su país, del régimen nazi. Y por otra, unos misteriosos asesinatos que comienzan a ocurrir allí y que atraen la atención de Sean, un joven americano que se embarca en esta misión con el objetivo de perseguir y descubrir al culpable.

La perpetración del golpe, así como el descubrimiento de la identidad de nuestro asesino en serie, me han resultado un soplo de aire fresco en el género de la literatura de terror. No existen los montruos es una aventura “basada en hechos reales” totalmente sorprendente e intrépida, cuyo final es un broche digno y lógico (algo que provoca que esos personajes cobren la realidad que se merecen) dentro de la brillante mente del escritor, que juega con los miedos para cambiar la historia, y que sabe muy bien lo que se hace.

Sin duda alguna es un escritor entre escritores, que maravilla con su prosa directa y que además nos regala algunas referencias cinematográficas y literarias, que encajan a la perfección en la trama. Además, si no las reconocéis podéis estar tranquilos, ya que el autor nos regala al final del libro un pequeño extra contándonos cómo se gestó No existen los monstruos aparte de los pertinentes agradecimientos.

Pero lo mas reseñable de esta obra es esa conexión del miedo a los monstruos que nos persigue desde niños y nos aterra, a veces con hechos atroces que marcan nuestra vida y otras con simples temores, a los que cuando buscamos una explicación, pueden resultar reveladoras y cambiar nuestra vida, como le ocurre a nuestro protagonista, o simplemente provocarnos unas buenas risas. No existen los monstruos persigue esta primera idea, porque a veces aun siendo mayores seguimos teniendo miedos y es al enfrentarnos a ellos, cuando nos damos cuenta de lo terrible que resultaría que realmente existieran. En esta historia los monstruos son dos, uno que lo reconoce y vive con ello y otro, que los justifica como un avance de la sociedad. Ambos monstruos no resultan ser unos personajes inofensivos escondidos en armarios, sino verdaderos asesinos que desgarran la vida con el propósito de obtener algún tipo de satisfacción, ya sea personal o “por el bien de su sociedad” como rezaba el régimen nazi.

No existen los monstruos es ese soplo de aire fresco al género del thriller de terror que no puede faltar en tu estantería. Una historia muy bien argumentada que sorprende en su desarrollo y maravilla con su final. Una obra imprescindible.

 

Puntuación: ★★★★½