Athnecdotario incoherente reseña Orilla intranquila

No hay nada mejor para un escritor que comprobar que los lectores no se quedan tan solo con el envoltorio, que eso que uno quiere contar y que esconde en el fondo acaba llegando a los que leen sus textos. En Athnecdotario incoherente han reseñado mi novela Orilla intranquila y le han realizado un exhaustivo análisis.

Hoy os traigo el nuevo trabajo de Víctor Blázquez, autor de esas excelentes novelas que fueran El Cuarto Jinete y su posterior secuela, Armagedón, quien en esta ocasión, deja a un lado las historias de No Muertos para adentrarse en la ciencia ficción más clásica con Orilla Intranquila,  una historia aparentemente sencilla, pero cargada de intenciones.

Víctor nos sumerge en una invasión alienígena, con ciertas reminiscencias a series de televisión como la mítica “V” (LosVisitantes) o la más reciente Sky Falls, en la que  además de la acción, se le da suma importancia a los personajes. Prueba de ello son los intensos diálogos que nos servirán para entender  mucho mejor todo lo acontecido y en como afectó lo vivido a sus protagonistas.

Cuando las naves aparecieron en el cielo y se situaron sobre nuestras ciudades, nadie sabía lo que iba a ocurrir. La invasión fue implacable; querían conquistar el planeta y no les importaba destruir y matar todo lo que se interpusiera en su camino.

Aquellos que sobrevivieron al primer ataque tuvieron que huir y abandonar todo cuanto amaban y conocían. La guerra parecía perdida pero plantaron cara y decidieron luchar para no ser exterminados. Y entre ellos se erigió un héroe.

Pero cuando alguien se convierte en leyenda, la verdad de su historia su enturbia.

De entrada, destacar el excelente prólogo de Ángel Luís Sucasas, en el que reflexiona sobre la figura del héroe, en un texto no solo acertado, si no con muchas implicaciones que constataremos a lo largo de la obra que tenemos entre manos.

Resulta muy acertado el enfoque que Víctor le ha dado a la novela. Desde la voz del narrador, en primera persona y dirigiéndose directamente al lector, como el tono en cierto modo derrotista que impregna  la narración. Sentiremos el miedo, la pérdida, el dolor y la sed de venganza.  El más puro instinto de supervivencia, que nos hace huir de la forma más cobarde o reaccionar del modo más absurdo, enfrentándonos como suicidas a la muerte.

Es una novela de grandes claroscuros, de luces y sombras, de verdades y mentiras, en lo que no todo lo que creemos es tal y como nos contaron. En un mundo en guerra, hasta los motivos más nobles se convierten en despropósitos y por el contrario, hasta el más vulgar de los hombres se puede convertir en un héroe.

Estamos frente a los intentos desesperados  de una raza, la humana, por sobrevivir. Lo que le hace una situación así a las personas, en como las cambia y en cómo responden ante semejante situación. Es la guerra, con todo lo que ello comporta y más allá de la causa común, existen motivos personales que lejos de diluirse ante las circunstancias, se convierten en la fuerza motora, en la más simple motivación para no rendirse y seguir adelante.

Conoceremos la historia de Xander, un tipo normal y corriente antes de la invasión, un individuo común,  enamorado de Elia. Veremos como el dolor, el odio y la impotencia  le transformaran en alguien completamente distinto, un luchador que se mantiene en pie alimentado por la rabia y el odio más absolutos, y que a ojos de los demás, le convertirán en una leyenda. Justo lo que la raza humana, los pocos supervivientes, necesitan para seguir adelante: Un héroe.

47016Ni tan noble, ni tan valiente, ni tan idealizado como lo ven los demás. Con sombras, con defectos y dejándose llevar demasiado a menudo por  sus propios intereses. Es víctima de su propia rabia, de una suerte de locura que le lleva a odiar al enemigo y estar dispuesto a pagar cualquier precio con tal de vencer. Cuesta discernir si estamos ante un hombre o un mito, pero cuando tu mundo ha dejado de existir y tu especie está siendo diezmada hasta casi su total liquidación, alguien como él se convierte en un campeón, una figura a la que admirar y cuya estela es un ejemplo a seguir.  Estamos sin duda ante el leif motive de la novela, su razón de ser. Esa contraposición entre el hombre real, con sus pocas virtudes y muchos defectos, con esa parte oscura y en cierto modo tan humana, frente a la imagen idealizada del héroe, del salvador, de la leyenda.

Pero lo más destacable es comprobar que pese a todo, hay algo que nos define como especie y que se convierte en lo único que queda de nosotros cuando nos arrebatan todo lo demás: El amor, la amistad, la familia, el calor. Esa emoción de apego a los nuestros, a aquellos que significan algo para nosotros. Esa es la verdadera premisa, el verdadero significado que se esconde tras el epíteto de “Humano”. Ese es nuestro sello distintivo como raza y lo único por lo que vale la pena luchar.

Resulta curiosa y acertada la forma en que se  numeran los capítulos, en una cuenta atrás regresiva, que nos lleva al momento actual. Este recurso refuerza la narración, le da fuerza y sentido, aumenta la emoción y nos permite comprender las causas y los motivos,  el cómo y los porqués, manteniendo nuestro interés y haciendo que la tensión aumente de manera progresiva a medida que nos acercamos al clímax.

La única pega que le encuentro, es que se hace muy, muy corta, demasiado. Es tan intensa, que uno la disfruta muchísimo, pero se siente igual que tras echar un polvo rapidito, uno de esos “aquí te pillo, aquí te mato”, que satisfacen, pero te dejan con ganas de más, con ganas de saber cómo sería repetirlo en la cama de un hotel y con toda la noche por delante.

Por lo demás, no lo dudéis.  Orilla Intranquila os va a encantar, pese a su brevedad. Yo que vosotros, lo pillaría ya mismo.