Me quedo con la primera frase de esta reseña que han hecho en La ventana secreta:
También dar la enhorabuena a Ivan Ru-so por la genial portada que realizó.
Me quedo con la primera frase de esta reseña que han hecho en La ventana secreta:
Inmenso honor poder participar en la antología que acaba de sacar Palabras de agua, Ignota, en la que comparto cartel con autores nacionales e internacionales. Además, lo hago con un relato que… bueno, probablemente sea un descenso al infierno.
Bienvenido a Ignota. Un mundo en el que las pesadillas toman forma más allá del umbral del papel y se hacen realidad ante tus ojos. Sumérgete en los doce cuentos que componen nuestra selección para descubrir la mejor muestra de literatura de terror contemporánea. Una antología de autores nacionales e internacionales que te mostrará el lado más lóbrego del ser humano y hasta dónde puede llegar la locura de sus actos.
Lisa Tuttle, Ian Watson, Fernando Cámara, Lauren Beukes, David Mateo, Samantha Lee, Isabel Camblor, Víctor Blázquez, Francisco Miguel Espinosa, Ángel Luis Sucasas, Yago Pena Alonso y Pedro de Paz te guiarán por las sendas más tenebrosas del miedo.
Una colección de relatos que no te dejará indiferente.
Así es, amigos, en Frikis reconocidos han reseñado ya las otras dos novelas de la saga y no podían faltar a este último empujón. Y parece que les ha encantado. Y lo han pasado mal. Y bien. Todo al mismo tiempo y entremezclado. He aquí sus palabras:
5/5
Se acerca el final del camino, frikis míos, un camino de cerebros y miembros cercenados, restos en podredumbre repletos de gusanos y moscas; sí, parece un camino macabro pero la vida es macabra en sí misma… y si hay zombies, pues más.
Si nos sentamos con Destrucción Masiva entre las manos en el sofá y miramos su portada con tranquilidad, escucharemos unos pasos. Al abrir el libro y comenzar a leer sentiremos una mano en nuestro hombro y, al girarnos nos encontraremos a un hombre a nuestro lado sonriendo. Una sonrisa perturbadora, inquietante; ese tipo de gesto de quien sabe que vas a sufrir. Es Víctor Blázquez y nos tiende una mano mientras nos susurra, casi al oído:
Ven, acompáñame. Este es el final del camino. Te llevaré de viaje, desde Portland hasta Half Moon Bay. Pero no será un viaje agradable; es posible que te salpiquen el barro y la sangre. Esto es la guerra. Más allá del apocalipsis.
Prepárate para la Destrucción Masiva.
Yo, personalmente, obediente le acompañé. Ya había vivido aquél fatídico día donde El Cuarto Jinete, un virus devastador que “resucitaba” a los muertos, se extendió por Castle Hill. Acompañé a los supervivientes hasta Los Ángeles y huí de la ciudad de las estrellas tras el nuevo brote. Llegué con Patrick, Verónica, Mark, Paula, Brad Blueman, Stan y Ozzy tras perder a mucha gente en el camino a merced de los no-muertos a aquella urbanización cercana a Half Moon Bay llamada San Mateo, donde conocimos a personas maravillosas como Ace y a otros tan jodidamente asquerosos como Tom y Neil Ridgewick. Sobreviví a duras penas y dejé mi testimonio en esta web para constatar el caos que había provocado El Cuarto Jinete:
– Reseña de El Cuarto Jinete.
– Reseña de El Cuarto Jinete: Amargedón.
Pasé hambre, lloré como un niño, amé y odié a partes iguales y, a pesar de evitar las dentelladas de los podridos a duras penas, quise volver, contemlar con mis propios ojos ese final tan esperado.
¿Y qué me encontré? Más balas, más zombies, más personajes (tanto adorables como hijos de puta), más muertes, sangre y desolación. Más Víctor Blázquez, al fin y al cabo. En Destrucción Masiva, publicada por la editorial Dolmen, vuelve a embaucarnos y a guiarnos a través de una narración en segunda persona frenética, adictiva y mortal. Si una vez sentimos escalofríos pensando en ese Virus demoníaco, con esta tercera y ¿última? entrega lo volveremos a sentir. Sentiremos mucho, frikis míos, más de lo que en ocasiones querremos sentir.
Porque busca hacernos sufrir, no hay dudas. En sus casi 550 páginas, Blázquez vuelve a meternos prisa en el cuerpo y a no dejarnos respirar (joder, y yo con asma). Incluso en los capítulos más “aburridos” estamos en tensión porque, en el fondo de nuestro alma, sabemos que algo va a salir mal, muy mal. Y lo peor es que tendremos razón.
El caso es que en esta ocasión (porque tendré que hablaros un poco de la historia, ¿no?) nos montamos en un particular Delórean y viajamos al pasado, lo justo para visitar Portland el mismísimo día en el que el Cuarto Jinete, un virus muy trafullero él, llega a sus calles y no hay ningún Grimm para intentar frenarlo. Aquí conoceremos a unas cuantas personas que intentarán sobrevivir: Kat, Kim, Chelsea, un vendedor de comida ambulante llamado Zoran, un policía un tanto corrupto llamado John Vernon, a Dexter y su hermana y a la adorable pareja de Jorge y Cindy, y otros tantos. Seguiremos sus pasos, su vida y su muerte, durante aproximadamente unas 200 páginas antes de volver a saber qué ocurre en San Mateo, donde dejamos a viejos amigos bajo la dictadura del tiburón Tom Ridgewick y su sobrino…
Y creo que hasta aquí puedo leer. No me atrevo lo más mínimo a contaros nada más porque, quién sabe, quizá si lo hiciera os arrancaría de cuajo la emoción de leerlo por vosotros mismos, os destriparía como un zombie una trama que busca hacernos sufrir.
De nuevo me gustaría comentar la capacidad que este escritor sevillano, de depravado gusto por nuestro sufrimiento, de perfilar unos personajes de forma tan magistral, piezas de un gigantesco rompecabezas donde, hasta el más insignificante de ellos, hasta la muerte más rápida y absurda, tiene un papel de vital importancia en la narración. No sólo eso, queridos lectores, se no hace imposible no cogerle cariño a algunos (como a Chuck Bauer, Puck, Mark y Paula) e, igualmente imposible, no sentir verdadera repulsión por otros (como los Ridgewick). Incluso hacemos las paces con otros de los que hemos sentido verdadero asco. Tanto asco como daría ser testigo de cómo un grupo de estos zombies devora a una niña pequeña o a una feliz pareja.
Y continuemos, porque esto no queda aquí: se las apaña, además, para sacarnos varias sonrisas a través de la historia, sea con historias tiernas o con sus ya habituales guiños al mundo del cine y de la televisión. Quiero destacar en concreto a Chuck Bauer (Sí, una mezcla entre Sons of Anarchy con Chuck Norris, Jack Bauer y un buenazo cualquiera) y un médico cuyo nombre no es otro que Dean Winchester (aunque su carácter es más como el de Sam). ¡Joder, si incluso nos saca el Impala negro de los hermanos Winchester en uno de los capítulos!
También tendremos otros momentos dignos de mención: algunos espantosos, como la locura que invade a los hombres ante la muerte, de todo aquello a lo que está dispuesto alguien por no morir, del egoísmo y la falta de escrúpulos. De la idiotez humana, así a grandes rasgos. Pero habrá también otros de tragedia griega. Se me encoge el alma al pensar en uno de ellos que, al leerlo, me costó mil horrores intentar mantener las lagrimillas a raya… y eso que soy un chico duro.
En fin, frikis míos, aquello que empezó hace dos años y que un servidor leyó por recomendación de una amiga (ella misma me dejó aquel primer Cuarto Jinete para que lo hiciera), llega a su fin…
…pero el Cuarto Jinete no descansa. Jamás.
En calles de tinta también han leído Destrucción Masiva:
Justo un año después de la segunda entrega de la saga «El Cuarto Jinete», Víctor Blázquez regresa una vez mas a las librerías con «Destrucción Masiva». Y digo una vez más porque en este último año desde «Armagedón» el autor sevillano apenas ha dejado de ver salir novedades literarias bajo su nombre, ya sea como titular («No existen los monstruos,», «Orilla Intranquila»…) o como participante («Leyendas Urbanas»…).
Para el que aún no lo sepa, cuando Dolmen aún estaba valorando El cuarto jinete y la espera se me antojaba terriblemente larga, decidí pasarle la novela a un lector desconocido. Elegí a Alcorze porque solía meterme en su blog a leer sus críticas de libros y había cruzado alguna que otra palabra con él a través de un foro dedicado a Stephen King. Pero no le conocía de nada, en realidad. Su recepción de la novela fue bastante positiva, y contribuyó a calmar mis nervios.
Ahora, tres años después, ha catado el último volumen y le ha dedicado unas palabras.
Desde aquí, gracias por todo Emilio.
El cuarto jinete: Destrucción masiva. es la tercera y última parte de la saga de novelas de Victor Blázquez: El cuarto jinete y El cuarto jinete: Armagedon.
Umbral del dolor reseña No existen los monstruos:
Ya en el pasado hemos tenido la oportunidad de leer algunos de los trabajos de Víctor, todos ellos dignos de mención. En esta ocasión quiero comentaros lo que me ha parecido su novela “No existen los monstruos” en la colección Sotker de la editorial Dolmen.
En primer lugar, la historia narra cómo un grupo de hombres, militares checos que regresan a la ciudad de Praga tras la ocupación naci, preparan un atentado contra el poder instaurado en la ciudad. El grupo de partisanos liderado por Jan Kubis salta en paracaídas cerca de la capital, acompañado de un americano que no forma parte de la operación, y que, aunque junto a ellos, viaja por libre, y entra en la ciudad con intenciones muy distintas a las de los militares checos. Enseguida descubriremos que Sean Cassidy, el extraño norteamericano, está en la ciudad siguiendo al culpable de un truculento asesinato que resulta ser muy parecido a otro caso que le mantiene obsesionado.
Hablando en líneas generales, esta novela no parece un libro de terror. Es a priori una novela histórica con ciertos detalles muy cercanos a la realidad que se dio en la ocupación nacionalsocialista de la ciudad de Praga, pero, poco a poco, casi sin que nos hayamos percatado, los elementos del horror que contiene la historia comienzan a formar parte de la trama, hasta que estos terminan por captar la atención del lector, por encima del entramado histórico que forma el trasfondo. De manera paulatina nos iremos dando cuenta de cómo los partisanos pierden parte del interés, para dar un mayor peso al detective americano, que tiene mucho que contar, y que descubrirá algo sorprendente en el transcurso de la investigación.
Como ya nos tiene acostumbrado el autor, la novela está muy bien narrada, cuenta con una historia interesante y atrayente, y elige un “ecosistema” bastante relevante a la hora de esbozar el ambiente en el que se sucede la acción. Los personajes, aunque en general no tienen mucho que contar, muestran facetas que de inmediato nos ayudan a empatizar y a colocarles en su debido lugar. En definitiva, la novela se lee sola.
Lo bueno, hasta el último momento el regusto de los detalles reales sucedidos durante la ocupación naci le dan aspecto muy sugerente.
Lo malo, no es una novela de terror al uso (algo que cabría esperar por la colección en la que está editada). Aunque quizá esto podría ayudar a que alcance a los consumidores menos hardcore del género.
Reseña colgada en Cinefagia80:
Muy buenas a todos. Las entradas que cerrarán el mes que en breve acaba suponen el cierre a dos de las sagas zombies más famosas y apreciadas por los que hemos seguido las andanzas de los personajes desde que comenzaron sus peripecias, aunque en el caso de la que cerrará el mes no sea así puesto que el autor ha confirmado una cuarta parte. Pero ahora es momento de comentar la tercera parte de el cuarto jinete. Acompañadme para conocer como termina todo.
La novela escrita por Victor Blázquez retoma la historia justo donde acabó la anterior entrega, pero a la vez nos presenta a nuevos personajes que serán de gran importancia en el libro. Así conocermos a Kim; Zoran; John Vernon o Chuck Bauer entre otros. Pero además veremos que ha pasado con los anteriores protagonistas después de los sucesos que tuvieron lugar en la segunda parte. Todos ellos coincidirán y quizás alguno no llegue vivo al final de la aventura.
Varios sentimientos tengo al hablar de este libro: el primero es de agradecimiento al autor por hacérmelo pasar tan bien con esta saga que mezcla acción y terror a partes iguales y que te engancha practicamente desde el principio. El siguiente es tristeza puesto que no volveré a leerlos ya que Victor cierra la historia de forma más o menos definitiva. Pero el que esta muy cerca del primero es cabreo, sobre todo por algunas de las muertes que suceden en la aventura, evidentemente no las voy a desvelar para no destriparlas. Pero los que ya la hayáis leído ya os haréis una idea por donde van los tiros. Tuve que parar un par de veces de leer puesto que no me acababa lo que acababan de ver mis ojos. Sentía mucha rabia y pena al leerlo, en ese momento me dieron ganas de estampar el libro contra la pared del cabreo que tenía, y desde luego las palabras que venían a mi mente eran de todo menos agradables.
Esto es algo que no debía de pillarme de nuevas, no es la primera vez que el autor lo hace, pero desde luego alguno de los fallecimientos podía habérselos ahorrado. Parece ser que el escritor debe darle gustico matar a según que personajes, desde luego para mí se ha ganado el apodo cariñoso del Martin español.
Los personajes que aparecen en esta nueva entrega están bien definidos, sobre todo en el caso de Kim; John Vernon, este último odioso totalmente; o el ya citado Chuck Bauer. Victor se toma su tiempo, breve pero conciso, para saber de donde vienen y hacía donde van. En esta ocasión, y tal y como ocurrirá con la futura reseña de la tercera parte de Los Caminantes de Carlos Sisí a veces el peligro real suele estar más en los hombres que en los muertos que están haciendo estragos por todo el mundo.
Como si de una película se tratara el autor viaja hacía atrás en el tiempo, para narrarnos hechos que sucedieron a la vez que los que tienen lugar en la segunda entrega del cuarto jinete para hacer que los personajes crucen sus destinos.
Una de las virtudes que tiene este escritor es que escribe a toda chufa y no da un respiro al lector, los capítulos y este libro se pasan volando y eso que la longitud del mismo casi alcanza las 500 páginas. Pero tal vez al escribir así de rápido la acción puede llegar a agobiar, lo que no es un defecto ojo, pero en una novela donde hay tanta acción conceder un minuto de respiro no viene mal tampoco, puedes llegar a acabar exhausto de tanto ritmo y eso que el único esfuerzo que haces el de pasar las páginas.
Ahora que el cuarto jinete llega a su fin es una buena ocasión para leeros la saga de un tirón, asi no tenéis que esperar como hemos hecho los que hemos seguido este libro desde su primera parte. Os lo recomiendo, no os arrepentiréis en absoluto.
Me vais a permitir que me quede con la primera frase de la reseña que SpoilerZombie ha publicado en relación a El cuarto jinete: Destrucción Masiva.
Aún sigo alucinando con ella: