Esto es lo que somos


Recuerdo que cuando empecé a ver Millennium con mi madre (los jueves a las diez en canal plus) la serie llevaba ya varios capítulos en antena, por lo que nunca vi aquellos primeros capítulos de inicio. Sin embargo, la serie venía avalada por su creador, Chris Carter, el mismo de Expediente X, y estábamos en pleno apogeo de lo fantástico y sobrenatural.
Recuerdo que mi primera impresión sobre Millennium fue que era más sosa que Expediente X. Sin embargo, mi madre y yo seguimos viéndola, y poco a poco, a medida que fuimos hilando los datos de una subtrama enterrada al fondo de la serie y avanzada en cada capítulo de forma que sólo los más atentos se dieran cuenta… la paranoia nos invadió.
La serie comenzaba con una cabecera cuando menos inquietante, que coloco a continuación:

Y aquellas frases eran cuando menos mosqueantes: «esto es lo que somos», y sobre todo, «la hora está cerca», que parecían vaticinar un acontecimiento futuro, pero cercano, que sería el culmen a la serie.
Millenium estaba protagonizada por Lance Hennriksen, recordado secundario de Aliens, Encuentros en la tercera fase, Scream 3, Dead man y muchas otras películas. En la serie, interpretaba al agente Frank Black, un hombre con la capacidad de visualizar con su mente partes del pasado o del futuro de las escenas de crímenes violentos. Angustiado por esas imágenes y acosado por un hombre que le envía fotografías de la esposa e hija de Frank, se retira y aleja de su vida, mudándose a otro lugar… que no recuerdo cuál era…
El caso es que en dicho lugar contacta con él una facción del FBI llamada Grupo Millennium, cuyo jefe es ahora famoso por interpretar a John Locke en Lost, y le contratan como colaborador para resolver crímenes especialmente violentos. Por supuesto, en pro de la serie, Frank acaba aceptando. Y tras resolver su primer caso, al llegar a su nueva casa recibe un sobre por correo. Y al abrirlo, se encuentra con una foto de su mujer e hija.
A lo largo de la primera temporada recibe paquetes como ese en varios capítulos, lo cuál resultaba verdaderamente intrigante.
Y cada vez que Frank Black entraba en la web del Grupo aparecía el símbolo (la serpiente en círculo) y una frase: «quedan 650 días». A lo largo de los capítulos, cuando se veía la web de Millenium, los días que se marcaban eran menores. Estaba claro, para el avispado, que aquello era una cuenta atrás y que la hora se estaba aproximando.
¿Pero la hora de qué?
Al que siguiera con atención la serie se le desvelaba la trama profunda, que no era otra que el fin del mundo. Un fin del mundo donde Frank Black debería intervenir para colaborar en uno de los dos bandos: el bien o el mal. Y aunque la serie parecía la típica de policías persiguiendo al asesino de turno, por detrás se trataba de la majestuosa preparación de la eterna lucha entre el bien y el mal. Multitud de series diabólicos poblaban la serie y ejercían de profetas de lo que iba a suceder.
Y para aquel que hiciera cuentas con las fechas de los estrenos de capítulos en USA, los días que faltaban según la web de Millennium situaban «la hora» en el cambio de siglo. La noche del 31 de diciembre de 1999 al uno de enero de 2000.
Chris Carter se preparaba para mostrarnos una batalla a lo grande.
Pero jugaba en contra con un factor importante: la escasa audiencia de la serie y la presión de las cadenas para eliminarla de la parrilla.
En mi mente queda el final de la primera temporada, cuando el acosador de Frank secuestra finalmente a su mujer y la banda sonora cambia la melodía para incluir otros instrumentos, haciendo que los pelos de tu cuerpo se erizaran. La segunda temporada iniciaba con la búsqueda de la mujer de Frank por el propio Black ayudado del grupo Millenium.
En esa segunda temporada se iban desvelando más detalles sobre esa apocalíptica lucha final, al tiempo que Frank empezaba a desconfiar del grupo Millennium y de sus verdaderas intenciones. En un capítulo, nuestro protagonista se enfrentaba contra una supuesta encarnación del mismísimo Satanás, que al final lograba huír montado en un helicóptero. Aquí había uno de esos detallitos míos, porque si uno se fijaba en la identificación del helicóptero, pintada en la parte de abajo, ésta decía H-666. Un número ciertamente metafórico…
A medida que se acercaba el final, y la hora, Frank descubría que el Grupo Millenium pretendía soltar un virus que provocaría que el fin del mundo fuera más cercano, para con ello, favorecer a las fuerzas del mal. Eso hacía que Frank tomara cartas contra ellos, enfrentándose al Grupo, al tiempo que intentaba huír del foco de acción del virus junto con su hija y su mujer.
Esa segunda temporada se saldaba con uno de los mejores finale season que he visto jamás (solo superado por los de 24… y no por todos), con la muerte de un personaje y la… situación en quedaba Frank Black. Además, ese capítulo cambiaba su cabecera. Misma música, algunas imágenes diferentes… y las palabras «The time is now». O sea, la hora ha llegado.
Carter tuvo suerte y pudo hacer una tercera temporada, que canal plus jamás emitió en españa, con lo que la gente que quería saber qué pasaba después del intrigante final season 2 nos quedamos con las ganas… hasta la llegada masiva del peer to peer en internet, demos gracias a la web.
En la tercera temporada Frank Black lucha por desenmascarar al grupo Millenium, pero lo tiene todo en contra y la ayuda que obtiene siempre es poca.
Y así, la hora llega. Y el desenlace. Intrigante desenlace.

Esto es lo que somos.

Creando mundos


Que cada libro es un mundo es una frase que me enseñó mi madre cuando era pequeño. Y me lo demostró regalándome un libro de fantasía cuyo título no recuerdo por haberse perdido entre los recovecos de mi memoria infantil, pero que supuso el primer paso en el largo camino de libros que he ido dejando atrás, devorádolos con la avidez de quien se ha convertido en un Lector Constante, encantado por poder visitar tantos mundos y tantas vidas, por enamorarme de las protagonistas, por enfrentarme valerosamente a los peligros, por descubrir intrincadas tramas políticas, por convertirme en héroe o en villano…
Esa fascinación me llevó a escribir mi primera historia a los siete años. Y bueno, digamos que mi capacidad narrativa no estaba muy desarrollada. Al menos puedo decir que ha ido mejorando con el tiempo, como el vino, así como también ha ido creciendo mi amor por esos mundos creados y ficticios (ya sabéis, como dice ese grupo de música, «la ficción es y será mi única realidad»), que cuanto más desarrollados más me gustan.
Y ahí es donde entra también, un poco, mi aficción ya comentada en este foro, por los detalles.
Huelga decir que uno de los primeros mundos que inundó mi cabeza fue el ingeniado por Jorgito Lucas en Star Wars. Yo fui uno de tantos niños que creció deseando una espada láser y estudiar en una escuela jedi. Luck fue uno de mis primeros ídolos.
Años más tarde entré con fuerza en otro mundo que también marcó parte de mi vida. El de Terminator. Y es que aderecé las dos películas con las sagas de comics que salieron relacionadas y que venían a ampliar la historia contada por Cameron, y darle áyor profundidad global. De esos comics siempre he guardado en mi memoria la persecución en que un terminator persigue a los protagonistas, que conducen un cadillac rosa, y los va eliminando uno por uno…
El tercer mundo importante de mi vida fue el que descubrí en los libros de Stephen King, y que hicieron nacer mi pasión por los detalles. Porque aunque los libros de Stephen King narren historias desconectadas entre sí, en muchos de ellos se encuentran guiños, menciones a personajes que salen en otras novelas, cosas sucedidas y narradas en otra historia, lugares, cruces, etc… cuya simple lectura puede parecer meramente anecdótica, pero que a mi parecer tienen un papel mucho más amplio, y es el de hacerte ver que todo lo que lees ocurre, en otro lugar donde puede ser posible que ocurran todas esas cosas, donde puedan existir toda esa gente que se cruzan y hablan entre ellos. Porque al reconocer un nombre, la sensación que te da es la de «hombre, este es el protagonista de tal novela», pero lo que sientes es «ah, este es el tipo que ya conozco de cuando visite aquella ciudad». Y de un modo personal, toda esa gente empieza a convertirse en viejos conocidos tuyos, y las ciudades que habitan pasan a ser lugares en los que tu has estado, y que has visto, con el ojo de la mente en el caso de las novelas de King, con el ojo real en el caso de las películas de Lucas.
King también me descubrió otro de los mundos que mas me han fascinado desde que lo empecé, y que es La Torre Oscura. Pero de ese sí no hablaré aquí. Ya le dedicaré un post. Y lo haré pronto.
Y alcanzando los últimos mundos que se han creado a mi alrededor… llego hasta 24 y Lost.

– El mundo de 24 se desarrolla gracias a la permanencia de los actores a través de las diferentes temporadas y la mención a cosas que ocurren en temporadas anteriores. La historia del mundo donde vive Jack Bauer empieza para nosotros el día de las elecciones primarias en EEUU donde se encuentra el primer candidato negro a la presidencia, David Palmer. Solo que en realidad, gracias a los diálogos, nuestro conocimiento sobre ese mundo se remonta a la guerra de Kosovo, cuando Bauer participó en una operación dirigida por Palmer para terminar con el cabecilla de los Drazen. El hecho de que temporada a temporada la vida de Bauer vaya cambiando y asistamos al desarrollo de la presidencia de Palmer, las intrigas interiores de la CTU (llamada UAT en España), y las vidas de Almeida, Myers, Dessler, O’ Brian, Logan, Buchanan, Chapelle… gente a la que conocemos, vemos desarrollarse, y en ocasiones vemos morir… y que han creado un universo entero, que se hace mayor cuantos más guiños se hacen, entre sí, y fuera del propio producto 24 (vease la película «El Castigador», donde el protagonista dice trabajar para la CTU; posteriormente esa anecdota se vería reflejada en la cuarta temporada de 24, donde se menciona al agente que aparece en El castigador).

– El mundo de Lost es quizá más complejo, no sólo por los continuos flashbacks que se hacen en la serie (y que a veces no resultan muy acertados pero que contribuyen a aumentar tu visión del universo Lost), también por los continuos guiños que entrelazan su propia trama (los detallitos, y cito sólo algunos ejemplos: ver a Hugo en una televisión en la que entra Jin en Japón; los famosos números; ver a Sayid en otra televisión en EEUU en la oficina del padre de Kate; que el propio padre de Kate sea luego quien libere a Sayid en la guerra de Irak; la asombrosa conexión entre Locke y Sawyer… etc, etc, etc…
El mundo de Lost se ha visto incrementado por el efecto paranoia y conspiración que se ha dado en todos sus fans alrededor del mundo y que ha dado lugar a numerosas teorías y explicaciones falsas, muchas de ellas difundidas por los propios creadores de la serie como despiste, y que ha visto alcanzado su esplendor gracias a la posibilidad multimedia, como el juego de la teoría lanzado por la cadena de televisión que emite Lost en EEUU, el supuesto libro donde estarán escondidas algunas de las claves de la serie y que saldría a la venta en breve, o las páginas que los creadores de la serie han sacado y están relacionadas con compañías nombradas en la serie, a saber:
Oceanic Airlines: la inexistente compañía aérea que se estrella en la isla, condenando en ella a todos los personajes. En la web se le puede dar uso a la famosa secuencia numérica, consiguiendo… inquietantes resultados… así como puede descuibrirse, entre líneas, un mensaje oculto de un supuesto naúfrago. Además del lema de la compañía: «llevándote a zonas que nunca imaginaste»… irónico.
The Dharma initiative.
The Hanso Foundation. Todo un placer para cualquier fan…
Al crear webs para todas esas compañías, lo que han logrado los creadores de Lost es engrandecer el universo en torno a la serie, además de darle un punto de realidad a lo que es tan sólo una serie de ficción. Y por supuesto, aumentar la teoría de la conspiración. Pero es que eso no es todo, pues pueden encontrarse referencias a Lost, y a The Hanso Foundation, en la película Mission impossible III, dirigida por uno de los creadores de Lost; así como también hay referncias en la otra serie creada por él, que es Alias.

La creación de mundos conlleva un duro esfuerzo. Lo sé, porque escribo, y porque a mi manera creo mundos que, aunque menores en tamaño y alcance, también engloban todo un universo paralelo. Hopewell es parte irrefutable de que esos mundos que yo he creado han calado en mí tanto o más que aquellos creados por otros.
¿Y saben qué es lo que les digo?
Que crear mundos es apasionante.

El típico chino de las películas

Seguro que le habéis reconocido, porque sí, es él, el mítico y típico chino que sale en un montón de pelis de acción solo para morir unos segundos después. (para seguir leyendo, ya sabes… pulsa en seguir leyendo)

Lo de este chino es increible. Por lo visto, no es un actor cualquiera, sino que también es director de especialistas de acción, ha participado en un buen montón de películas y series de televisión y tiene hasta club de fans.
Su nombre es Al Leong, aunque también ha salido en créditos como Albert Leong. Ha salido en películas como Jungla de cristal, Godzilla, Escape de Los Ángeles y El rey escorpión. También se le ha visto en series como 24, El equipo A, McGyver… Vamos, que el tio no ha estado quieto. En su filmografía como actor aparecen más de cincuenta nombres, y como especialista otros 27. ¡Y hasta ha dirigido una película! (que debe haber visto él, porque lo que soy yo…)
Él ha sido protagonista de comentarios del tipo «ey, ¿ese no es el chino de Jungla de cristal?» o «¿ese tío no ha muerto hace dos minutos?».
Desde aquí quiero rendir homenaje a este chino calvo, que el tío se lo merece. El próximo fin de semana brindaré por ti, Al Leong.

Detallismo

Los que me conocéis sabéis que me encanta buscar los detalles y las conexiones existentes en películas y series de televisión. Eso es probablemente lo que más me gusta de Lost, de la cual ya hablaré más adelante, por la forma en que te hacen los cruces de personajes, los guiños, y los fotogramas donde te muestran algo pero sin dejartelo claro, para que luego tengas que buscarlo como un idiota…
(sigue)

Bueno, pues en 24 también hacen ese tipo de cosas. Esta foto es del último capítulo de la quinta temporada. Si la miráis veréis una serie de números, que, unidos, forman un número de teléfono. Es un número que ya podía verse en la cuarta temporada y que los productores habilitaron para que, cuando el fan loco llamase, se encontrara bien con un contestador, bien con Tony Alemyda, Michele Dressler o Chloe O’Brian. Y ahí, el fan loco podía dejar sus sugerencias, etc.
Pero eso no es todo. En la foto aparecen también unas letras… al revés.

La canción del verano

Internet es el medio de moda. De eso no cabe duda. Gracias a la red de redes se pueden hundir películas, o todo lo contrario, enaltecer otras. Como está ocurriendo con «snakes on a plane«, la película que saldrá en verano a los cines, de la que nadie se esperaba nada, y que ahora mismo es todo un fenómeno en los foros de cine y cuya expectación ha aumentado a niveles de gran producción…
(sigue)
Con la música pasa otro tanto de lo mismo. Vease Artic Monkeys, un grupo que empezó a difundir su música gratuitamente por internet y que ahora están dando conciertos all around the world y hay quien dice de ellos que son el mejor grupo de rock del momento. Bueno, están bien, pero tampoco hay que pasarse.
En el sector nacional, con ese salero saleroso que nos define a los españoles, usamos la red para encumbrar, en lugar de a grandes promesas musicales, a esperpentos más propios de los frikis de Cardenas en Crónicas Marcianas que del mundo musical. Hace unos años fue El Chivi, aquel individuo que se hacía llamar «pornoautor» y que nos hacía gracia con algunas canciones pero que al final aburre y se pasa de listo.
Y este año llegó el rock de pueblo de El Koala. Fue gracioso cuando lo vimos por primera vez en youtube. Pero ya estamos hasta las narices. No más Koala por favor.
Y siguiendo de cerca al Koala apareció la campaña más peculiar de mtv: Amo a Laura. Un video y una canción que critican al conservadurismo desde la ironía y que de repente se vio alzado a canción del verano. Bueno, pues hace una semana ha salido la nueva versión de la canción, Me peto a Laura. Os dejo aquí el video, que no tiene desperdicio, con una advertencia: No lo escucheís si os molestan las obscenidades, porque la canción no es más que un compendio de eso mismo.



Season Finale: Superman usa pijamas de Jack Bauer.


El season finale de la quinta temporada de 24 es, resumido en una sola palabra, impresionante.
Para los no entendidos: Season finale es el último capítulo de una temporada. 24 es la mejor serie jamás creada.
Corría el año 2003 cuando Kieffer Sutherland empezó a aparecer en Antena 3 anunciando en español que 24 saltaría a antena. Yo vi aquel anuncio, y a pesar de que Kieffer siempre fue un actor que me gustaba, lo olvidé.
Mes y medio después, lunes por la noche, me encontraba tumbado en la cama viendo, bastante aburrido, un capítulo de esa serie que apuntaba buenas maneras pero que al final no hace más que repetirse una y otra vez, CSI. En Telecinco. Pusieron anuncios, y como en este país cada tanda de anuncios dura más que la misma serie, empecé a hacer zapping. Y mira por donde, allí estaba Kieffer Sutherland, pistola en mano, corriendo por el bosque.
Nunca vi como terminaba aquel episodio de CSI.
A partir de aquel día, esperaba ansioso la ración semanal de 24. Han sido cinco temporadas ya, y con cada nueva temporada los guionistas siguen logrando que me quede perplejo con las tramas, y alucinado con los finales.
Y si hay una cosa que me gusta de la serie es Jack Bauer. Y sobre todo, el lado oscuro de Jack Bauer.
Si sabe a pollo y parece pollo pero Jack Bauer dice que es un filete de ternera, entonces es un puto filete de ternera.
Jack Bauer duerme con una pistola debajo de la almohada, pero puede matarte sólo con la almohada.
Y esta quinta temporada ha sido brutal. En el recuerdo nos quedarán momentos como:
– el primer capítulo entero… simplemente alucinante.
– regla número 23: Si Henderson te dice que le disparas, Jack Bauer le mete un tiro en la pierna a su mujer.
– Jack se hace con el mando de un avión.
– Jack y Henderson sobre el submarino.
– Jack y Logan en el Season Finale.

El final de esta quinta temporada es tan brutal que cuando el capítulo terminó, las cinco personas que cuando terminó ninguno de los cinco que estábamos viéndolo pudo decir nada. Nos quedamos ahí, callados, mirándonos los unos a los otros, meditando lo que acabábamos de ver, flipando dentro de nuestras cabezas. Si no me creéis, Adri lo confirmará.
Sólo nos queda esperar el inicio de la sexta temporada.
Sólo una cosa más… también soy fan de Lost (otra serie que comentaré en su momento y que también tuvo su season finale esta semana) pero debo decir esto: Si Jack Bauer estuviera en la isla de Lost saldría de ella en 24 horas.

Os dejo unos videos para echarles un ojo.
1- Un comercial sin desperdicio…

2- una pequeña muestra de por qué amamos a Jack Bauer

3- Una parodia de 24 rodada por Nacho Vigalondo para La hora Chanante. No tiene desperdicio.

4- Un video… muy corto… en el que se puede ver a Kieffer Sutherland… pero mejor vedlo, que si lo explico lo estropeo.